ERP. El turismo en la provincia de Talara sigue siendo una gran opción de oportunidades y posibilidades para su población, máxime con el avistamiento de ballenas que desde el mes de julio y hasta octubre, concitan el interés de centenas de turistas nacionales y/o extranjeros; pero, el Estado, ese estado paquidermo y lento sigue decidiendo desde Lima lo que se debe hacer en departamentos y provincias.
Distrito de Los Órganos, potencial turístico se afecta por demora en la reconstrucción
Las lluvias del denominado “Niño Costero” nos trajeron otra vez a la realidad de la improvisación y desastre. Las carreteras se destruyeron, varios puentes cayeron, el río y varias quebradas se activaron inundando todo lo que encontraron a su paso. La economía, la que sustenta los medios de vida de la población se vio afectada, incrementando costos y perjudicando sobre todo a las pequeñas empresas que son el sustento de los peruanos.
La región Piura fue una de las más afectadas y comprobarlo ahora es muy fácil. En un viaje hacia la provincia de Talara desde la capital departamental, se tiene que ir por vía terrestre. La vía se encuentra en perfectas condiciones de Piura hacia Sullana; sin embargo, desde el puente Artemio Vargas de Sullana, comienza la constatación que las lluvias destruyeron mucho y que pasado el tiempo, siguen en esa condición.
La situación es peor en el tramo hacia Ignacio Escudero, donde los vehículos tienen que hacer malabares para esquivar la cantidad de huecos que tiene la Panamericana Norte. Por esta carretera transitan de ida y venida población de las provincias norteñas de Piura y otros del departamento de Tumbes y de la República del Ecuador; en tanto que para el sur se encuentran Piura, Lambayeque y otros departamentos.
Hacia Talara generalmente se va a hacer turismo de playa. Esta actividad explica en parte el desarrollo de Piura como Región. Los turistas tienen que pasar por esta carretera en pésimas condiciones, comprobando que el Perú es un estado centralizado, lento, paquidermo, ineficiente y sus representantes, personajes de mucha locuacidad sin nada de efectividad. Lo cierto que la Panamericana sigue destruida al mes de agosto del 2017.
Turismo en Vichayito se ve desalentado por destrucción y abandono de vías
Un observador que conoce otras realidades nos comenta, que recuperar una vía de esta naturaleza es simple. No se trata de grandes estudios, sino de análisis de suelos que no son muy complejos. El proceso es muy simple nos expresa, solo se trata de “movimiento de tierras en las zonas malogradas, trabajo de sub base y base, pavimentación según el material que se utilice, obras de arte y drenaje, señalización y seguridad”.
Es decir, el proceso para recuperar la Panamericana en los tramos más críticos es simple; pero será para otro país, ya que en el caso del norte peruano, los responsables van y vienen y no tienen cuando comenzar algo que es urgente. Lo mismo podría decirse con puentes afectados y otro tipo de infraestructuras que se han perjudicado como consecuencia de las lluvias del período atípico conocido como "Niño Costero".
Aunque muchos no lo perciben en la debida dimensión, estos problemas se explican por el nivel de centralismo que existe, las competencias dispersas de los niveles de gobierno, la desconfianza en gobiernos regionales y locales, y en tanto todos dudan de todos, el atraso se hace más evidente y se perjudica aspectos fundamentales como la economía y los medios de vida de la población.
Para enfrentar este tipo de eventos se tenía como herramienta de acción lo regulado por el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres y su colegiado Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres. De igual manera existía toda una metodología creada, difundida y trabajada con gobiernos regionales y locales. No existía necesidad de crear una instancia diferente, sino solo de activar los protocolos establecidos. Pero no fue así.
Se creó una Autoridad de la Reconstrucción, se asignó responsabilidades y se dijo que es hora que no se repitan los mismos errores. Por lo que vemos, los errores que vendrán serán los mismos de siempre. Lo cierto que esta autoridad se ha burocratizado, se encuentra con los problemas de dispersión de competencias e inoperancia del aparato estatal, contribuyendo a una mayor demora en las urgencias que se requieren para resolver los problemas actuales. Además de ello, ha puesto en primer plano a funcionarios designados y desplazado a autoridades elegidas por la población.
La creación de una autoridad era innecesaria; bastaría haber trabajado con Gobiernos regionales y locales
Mirando como ejemplo práctica de esa dispersión de competencias, la vía Panamericana es una competencia nacional, es decir la responsabilidad de resolverla corresponde al Gobierno Central a través del ministerio respectivo; en tanto, otras vías son o de competencia regional o competencia local y por lo tanto, les corresponde resolverlas al gobierno regional o gobiernos locales. Igual sucede con el saneamiento que es un asunto de las empresas prestadoras de servicios de agua y saneamiento.
La Panamericana Norte se vió interrumpida por activación de quebrada La Manuela- Urge un puente
Hablar de infraestructura es una cosa y sobre medios de vida y actividades económicas es otra. Hoy todos hablan de infraestructura, es decir fierro y cemento. La economía se ha visto destruida y los empresarios han visto las formas de resolver los impactos negativos que creó el “Niño costero” desde su propia iniciativa. Saben que esperar apoyo del Gobierno de cualquiera de sus niveles es un imposible, que tardará tanto en llegar o simplemente no llegará.
Lo mismo sucede con la población afectada y damnificada. Existe mucho anuncio oficial, pero poca efectividad en la práctica. El damnificado recibirá un paquete de galletas en la desgracia y será abandonado en su suerte conforme pasa el tiempo. Los casos son múltiples y se repiten de desastre en desastre.
En tanto, por el momento solo se espera que la vía Panamericana norte entre Sullana y Talara sea reconstruida, que la quebrada La Manuela tenga un puente que facilite la transitabilidad; porque sabemos que el resto lo hará la propia población por espíritu de sobrevivencia. Esperar mucho de un estado centralista, es casi una quimera y un sueño que tardará en hacerse realidad. Quizá para las nuevas generaciones.