ERP. (Dr. Edhín Campos Barranzuela) Para nadie, es una novedad que uno de los principales problemas que tenemos, es la inseguridad ciudadana, pues la delincuencia ha llegado a tocar fondo y nos encontramos secuestrados por ella, pues al mes ocurren un promedio de 36,000.00 delitos y de acuerdo a la Dirección de Tecnología de la Información y Comunicación de la Policía Nacional, cerca de cincuenta personas son víctimas de la comisión de un delito cada minuto.
I.- INTRODUCCION.-
Mucha alarma, zozobra y terror viene causando en la ciudadanía peruana, la incesante ola delincuencial que se viene viviendo y las nuevas estadísticas dan cuenta que en forma mensual, se cometen cerca de 36,000 ilícitos penales, sin contar desde luego las denuncias que se realizan en sede policial.
El problema se agudiza, pues diferentes sectores académicos, empresariales, políticos e ideológico viene precisando que el país se encuentra secuestrado por la delincuencia, pues el principal problema que tiene el Perú, no es el reordenamiento de los mercados, el recojo de basura, ni el reordenamiento del tránsito vehicular, sino el principal problema es la inseguridad ciudadana.
II.- DESARROLLO DEL TEMA.-
Evidentemente, no está demás indicar que también es necesario atender de manera prioritaria otros sectores, como por ejemplo la salud, educación, justicia, energía, reconstrucción y reactivación de la economía, sin embargo consideramos que el tema de la inseguridad ciudadana, merece una prioridad por partes de todos los sectores comprometidos para prevenir, investigar, juzgar y sancionar a la delincuencia en todas sus modalidades.
Para nadie es novedad, que amén de los problemas mencionados, se agrega uno más, es el relacionado a la migración venezolana, que ha afectado la inseguridad ciudadana y se ha podido apreciar que tienen métodos más radicales y además no tiene escrúpulos y piedad con sus víctimas
Según, fuentes de la Policía Nacional, los facinerosos son parte de la presunta organización criminal “ Los Malditos Relojeros “ , integrada por ciudadanos venezolanos y dedicados a sustraer relojes de alta gama, para luego venderlos en el mercado negro, por lo que según dan cuenta los medios de comunicación social, la Policía Nacional, ha capturado a nueve de esa peligrosa organización, pero aún hay cuatro extranjeros, que se encuentran libres y están en pleno proceso de identificación.
Según, se ha tomado conocimiento, los presuntos delincuentes venezolanos realizan todo un trabajo de reglaje en el aeropuerto, centro de gran concentración de extranjeros y en lugares exclusivos, a los turistas y a empresarios, con la finalidad de sustraer el reloj de cotizada marca, pues un reloj marca rolex, puede llegar a costar entre veinte hasta cien mil dólares americanos.
De la misma forma, según lo ha manifestado el Coronel de la Policía Nacional Juan Olivera García, una de las modalidades de la delincuencia, que se ha incrementado en los últimos años, es el uso de motos lineales y estos vehículos menores, se han convertido en los favoritos de los criminales.
Estos motorizados, van a una velocidad que fluctúa entre 120 a 150 kilómetros por hora y en la congestión de Lima, pueden emprender sus huídas y salir victoriosos y los distritos en los que más se registran robos son Villa El Salvador, San Juan de Miraflores, Ate, San Juan de Lurigancho, Los Olivos, Comas y el Callao respectivamente.
Para nadie, es una novedad que uno de los principales problemas que tenemos, es la inseguridad ciudadana, pues la delincuencia ha llegado a tocar fondo y nos encontramos secuestrados por ella, pues al mes ocurren un promedio de 36,000.00 delitos y de acuerdo a la Dirección de Tecnología de la Información y Comunicación de la Policía Nacional, cerca de cincuenta personas son víctimas de la comisión de un delito cada minuto.
Arrebatos y raqueteros al paso, robo de celulares, carteristas, robo de autopartes, asaltos en las viviendas y centros comerciales y atracos, en suma delitos contra el patrimonio en sus diversas modalidades, que se cometen a vista y paciencia de nuestras autoridades.
De la misma forma, tenemos q1ue agregarle los delitos de feminicidio, violación sexual de menores, acoso y explotación sexual, contra la administración pública, extorsión y sicariato, usurpación de tierras, tráfico ilícito de drogas, homicidios, lesiones graves, minería ilegal, tala ilegal de árboles, omisión a la asistencia familiar, entre notros delitos.
Según, se reporta la delincuencia crece de manera alarmante y nada parece detenerla y pese al esfuerzo de algunas autoridades, el problema se incrementa, pues solo el año pasado, se reportaron en todo el territorio patrio, un total de 422,010 denuncias en las diversas comisarías de todo el Perú, por la comisión de diferentes ilícitos penales.
Según, precisa, Diario Uno, Lima concentra el 50% de la comisión de diversos delitos registrados y denunciados ante la Policía Nacional y Serenazgo y también es una verdad que la inseguridad ciudadana, se agrava en las principales capitales de departamento como Trujillo, Chiclayo, Piura, Cuzco y Arequipa.
Según, cifras del Banco Interamericano de Desarrollo, a nivel económico el costo de la inseguridad ciudadana, ha sido cuantificado, solo en el año 2016, el US$10,325 millones de dólares, lo que resulta un equivalente al 2.77 del Producto Bruto Interno, monto que desde luego supera el presupuesto destinado a la Educación.
Falta liderazgo para emprender la lucha contra delincuencia en todas sus modalidades, no solamente el trabajo debe ser la lucha contra la corrupción, que ciertamente es muy bueno y además un mal endémico que hay que combatir desde todos los frentes, también se debe dar prioridad y trabajar con firmeza para prevenir, investigar, juzgar y sancionar a la delincuencia en todas sus modalidades.
Según, la Encuesta Nacional del Programa Presupuestal del Instituto Nacional de Estadística e Informática, precisa que los hechos delictivos cometidos con armas de fuego se han incrementado de 5.9% en el año 2011 a 9.2% en el año 2018, mientras que el porcentaje de hogares en cuya zona o barrio se ha adoptado alguna medida de seguridad para prevenir la delincuencia, ha pasado de 27.1% en el 2014 a 29.6% en el 2018.
En ese sentido, según precisa Diario Expreso , la Contraloría General de la República, en su operativo “ Seguridad Ciudadana 2019 “, identificó que el 29.8% de comisarías a nivel nacional no ejecutarían el Servicio de Patrullaje Integrado con la municipalidad de su jurisdicción, lo cual afectaría el alcance e impacto de las actividades de patrullaje que de forma independiente realizan ambas entidades.
También, según refiere el matutino el 55.1% de las comisarías a nivel nacional no contarían con un “ Plan de Patrullaje Integrado “ para el año 2019, situación que denotaría la ausencia de acciones articuladas e integradas entre las comisarías y las municipalidades y la posible subutilización de los recursos no dinerarios que deben destinarse para fines de seguridad ciudadana.
Amén, de que los efectivos policiales que realizan patrullaje motorizado y a pie, no contarían con el equipamiento completo que requiere la ejecución de dicha actividad, lo cual afectaría la eficacia del servicio a la ciudadanía y la integridad física de los propios policías y el 39.9% de los vehículos motorizados que se destinan al patrullaje, se encontrarían inoperativos, situación que afectaría la cobertura del servicio de patrullaje, la percepción de inseguridad entre los ciudadanos de la jurisdicción de las diversas comisaría del país.
En tal sentido la inseguridad ciudadana en el Perú, constituye uno de los problemas más grandes que tiene el país, sumada a la migración venezolana con el arrebato de los relojes Rolex y para su cometido no existe miramientos a su víctima, pues si opone resistencia atentan contra su propia vida.
III.- A MODO DE CONCLUSION.-
Por lo que urge, replantear una verdadera Política Criminal del Estado, para prevenir, investigar, juzgar y sancionar con todo el peso de la ley, contra aquellas personas que cometen delitos graves y que atentan contra la propia seguridad ciudadana, además se tiene que articular con todos los sectores públicos y privados para dicho cometido, pues estamos comprometidos para luchar contra este flagelo y para ello también urge replantear políticas de Estado de igualdad de oportunidades y fomentar una verdadera política cultural, educativa, deportiva para nuestros jóvenes que son la reserva moral y laboral del país. Se corre traslado
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Dr. Edhín Campos Barranzuela