ERP. José de San Martín es uno de los personajes más evocados en lo que va de la conmemoración del Bicentenario de la independencia, se han organizado charlas, conferencias presenciales y vía zoom, que han servido para que la llama de amor patriótico alrededor de su figura, se mantenga incólume como esa figura que perdura para siempre, pese a que su vida se apagó en Francia, el 17 de agosto de 1850.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones
Don José de San Martín, nació en Yapeyú, provincia de Corrientes, en el virreinato del Río de la Plata, actual Argentina, espacio en el que vio la primera luz, el 25 de febrero de 1778. Fue hijo del español Juan de San Martin y de Gregoria Matorras del Ser, también española. Casó con Remedios de Escalada, con quien tuvo una hija: Mercedes.
Trasladada la familia a España, se educó en ese país, alistándose en la carrera de las armas, y siendo parte del ejército español, participó en las guerras contra Inglaterra entre 1797 y 1798; y contra Portugal en 1801. Regresó a América en 1812, siendo reconocido en la Argentina en el grado de teniente coronel.
En agosto de 1816 se hizo cargo del Ejercito de los Andes, como general en jefe, y en 1817 inició su campaña para liberar a Chile, San Martín es el arquetipo de la libertad e independencia de América, la historia registra su nombre como ejemplo de nobleza y desinterés, tras el paso de los Andes, venció a los ejércitos realistas en Chacabuco, Chile, el 12 de enero de 1817, y en Maipú, el 5 de abril de 1818, protagonizándose en el intermedio la derrota en Cancharrayada, el 19 de marzo de 1818.
Continuando con su plan de liberación de las colonias españolas, se embarcó para Lima el 20 de agosto de 1820, llegando a Pisco, puerto en el que desembarcó en la madrugada del 8 de setiembre; procurando evitar un derramamiento de sangre entre los americanos que estaban en ambos ejércitos, se llevaron a cabo las conferencias de Miraflores y Punchauca, sin ponerse de acuerdo con los realistas, que apostaban por la recuperación de los territorios libres.
San Martín instaló su cuartel general en Huaura, y desde ese lugar continuaba con su tarea persuasiva de motivar a los peruanos a tomar partido por la independencia. Ingresó a Lima, y el 28 de julio de 1821 proclamó la independencia nacional, y respetuoso de la voluntad general de los pueblos que se habían decidido por la independencia, en un frase memorable pronunciada ese día, dejó constancia que no imponía la independencia, sino que eran los pueblos peruanos los que así lo habían decidido, al proclamar su independencia entre 1819 y 1821, en las principales ciudades del Perú, precedidas de Supe, el 5 de abril de 1819.
El 3 de agosto de 1821 asumió el mando en el país independiente, como Protector de la Libertad del Perú. Sus dictados tuvieron un carácter provisional, hasta que la nación determinara lo que considerara que era lo suyo, a través de un Congreso Constituyente, haciendo la primera convocatoria a la ciudadanía en el Perú independiente.
Propuso el sistema de gobierno monárquico analizando la realidad social del reino del Perú, cuya población estaba acostumbrada a una forma de gobierno autocrático desde el incanato, y con rasgos de despotismo virreinal, y que seguro cambiaría paulatinamente, hizo esta propuesta teniendo en cuenta esta realidad, y la de las luchas desatadas en los países libertos, donde más de una aspiraba al control total.
Convocó al primer Congreso Constituyente el 27 de diciembre de 1821, primera gran expresión de la voluntad nacional popular a través de sus representantes para establecer la forma de gobierno, y dar una Constitución. No existía en gran parte de la población, la convicción de una práctica democrática, pese a la experiencia de las elecciones municipales de 1812, no había una voluntad mayoritaria quizá, para admitir el goce de derechos y de la libertad para los no considerados como ciudadanos.
San Martín Proclamó la independencia, creo la bandera peruana, que luego fue modificada, creó el Escudo Nacional, y convocó al concurso por el Himno Nacional. Su recuerdo vive en el corazón de los peruanos, junto a los héroes nacionales que lucharon por la libertad y la independencia del Perú. Hay una serie de medallas conmemorativas, billetes, y otro tipo de recuerdos que demuestran que en todos los tiempos, la gratitud nacional no hace sino, fortalecer el recuerdo de uno de los más grandes americanos.
Su nombre está en varios títulos de libros completos, en artículo especializados y en difusiones periodísticas, ha sido sin lugar a dudas el más evocado en julio de 2021, pese la intensidad de la pandemia; con la misma intensidad con la que se evoca a Simón Bolívar y a Antonio José de Sucre, en lo que va del presente año.