ERP. Teniendo en cuenta que estamos en el Día Internacional de la Mujer, consideramos oportuno evocar a las mujeres del mundo, destacando su rol en la sociedad peruana, siendo esto solo una muestra de lo que han hecho las mujeres a nivel universal, hasta que al fin alcanzaron el reconocimiento ciudadano, en todos los países del mundo.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia de la DNEF del Jurado Nacional de Elecciones
Hay un número muy grande de mujeres trascendentes, en todas las facetas de la vida cotidiana, y aunque se les seleccione de acuerdo a los roles desempeñados, siempre habrá mujeres de conjuntos representables, unas muy conocidas, y otras que prefiriendo el anonimato dieron de si lo que como seres humanos y creaturas sociales, podían hacer.
Son muchas las piuranas de todos los tiempos que han dejado huellas perdurables, y quizá de la primera que nos llegaron noticias, es la Capullana de Sechura, registrada en el segundo viaje de Francisco Pizarro al Perú, cuando se detuvo dos veces en ese lugar, en su viaje hasta el río Santa, registrando a esa señora con poder, en la costa del mundo de los tallanes.
Isabel Sócola, fue la Capullana de Salitral, en el Valle del Chira, que junto con Ana Sisnaque Cospa, Capullana de Marcavelica, están registradas en fuentes primarias tempranas, señalándose en el segundo caso, parte de la genealogía, de las familias de esta gran curaca, cuya descendencia se prolonga hasta la actualidad en las familias Chorres, Nole y Curay, entre otras. Dos grandes capullanas que sufrieron el traslado forzoso a Catacaos, fueron las lanconeñas Mesocoñera y Lacacha.
Si bien en el mundo virreinal, hay nombres de mujeres que nos llegan hasta la actualidad, uno de los olvidados es el de la negra Margarita, que fue liberada por Diego de Almagro en tierras tallanes, dándole la libertad, quizá siendo la primera en gozar de este privilegio en tierra peruana, al no registrarse un caso similar ni en Lima.
Son mujeres del mundo colonial, en Piura, doña Paula Piraldo, encomendera de Colán, mujer que lideró el rechazo y derrota del pirata Spilberg, cuando pretendió tomar Paita y darse al saqueo en el puerto que gozaba de gran prestigio en ese momento, por suponer que había grandes riquezas escondidas en baúles y en las imágenes religiosas.
Teresa Sáenz Bretón de la Roca, es la recordada encomendera de Marcavelica, mujer que administró lo que le encomendó la Corona de Castilla, para adoctrinar a la población nativa y hacerla fuerte en principios cristianos, al mantenerse de manera disimulada los cultos antiguos, relacionados con las creencias del mundo tallán.
A comienzos de la independencia, aparece Manuela Váscones y Taboada, liderando a las mujeres que tuvieron la sagrada tarea de coser y bordar la bandera con la que se proclamó la independencia en Piura, el 4 de enero de 1821; y con ella registramos el nombre de Casimira Barboza de Albujar, madre de dos combatientes que murieron en la batalla de Pichincha, el 24 de mayo de 1822, acción de guerra que selló la independencia del Ecuador, y de toda la Gran Colombia.
En el siglo XIX, en la república, son muchas las que tenemos para mencionar, como Amalia Seminario Ubilluz, al parecer huancabambina, luchadora por los derechos de los docentes en la segunda mitad del siglo XIX, al punto de enfrentarse a las autoridades de turno, buscando mejoras para el gremio al que pertenecía y representaba.
Llegando al siglo XX, imposible no considerar a Carlota Ramos de Santolaya, primera diputada por Piura, después que sacudidos del machismo, la mujer pudo elegir y ser elegida en el Poder Legislativo, sin atreverse todavía en 1956 a postular por la presidencia de la República, en un tiempo muy difícil para ella; se destacó también como poetisa, dejando un inmortal poema dedicado a los afrodescendientes, de la Mangachería, zona urbana de Piura, en las cercanías del cementerio San Teodoro.
Elvira Castro de Quirós, es una consagrada poetisa y compositora, que tiene varios libros publicados con temas amatorios, filosóficos y costumbristas, que la convierten en la rescatadora de un pasado cercano, del área rural, alterada en sus esencias, en gran parte, por la intromisión violenta de los medios de comunicación.
Nombres de mujeres piuranas, se pierden en el infinito, como el de Josefina Ramos de Cox, arqueóloga y política, que postuló para diputada en las elecciones de 1956; y que se destacara también en el campo del cooperativismo; el Museo de Arqueología de la Pontificia Universidad Católica de Lima, lleva con justicia su nombre.
En el mundo de la política está María Cabredo de Castillo, destacada docente Universitaria, en la más antigua casa de estudios de esa naturaleza, San Marcos; casi centenaria, vive en Lima, y siempre fue militante del Partido Socialista que fundara su esposo Luciano Castillo Colonna, político de nota por varias décadas.
No podemos obviar el nombre de Luisa Seminario del Castillo, madre de Miguel Grau, progenitora del más grande de los héroes peruanos, inmortalizado por su defensa de la patria en 1879, muerto heroicamente en Angamos, cuando además se perfilaba como político de gran prestigio en el Perú, país del que pudo ser Presidente.
Entre las mujeres de Lima, y del Perú están, Santa Rosa de Lima, ejemplo de santidad, y evidencia del triunfo de la cristianización en América; la Condesa de Chinchón, tras cuya cura con la corteza de la quina, hizo posible que la herbolaria indiana ganara un espacio entre la farmacopea occidental.
Rosa Merino, Micaela Villegas, Zoila Aurora Cáceres, Victoria Santa Cruz, Ella Dumbar Temple, María Bonilla de Gaviria, Martha Hildebrandt, María Elena Moyano, Chabuca Granda, Lucha Reyes son mujeres memorables, como lo fueron en otro tiempo Mama Ocllo cofundadora del imperio de los incas, y Mama Huaco, mujer de espíritu guerrero.
Nombres de mujeres notables son los de Micaela Villegas, Micaela Bastidas, María Parado de Bellido, Tomasa Tito Condemayta, Cecilia Túpac Amaru, Rosa Merino, Manuelita Sáenz, Elvira García y García, Matilde Pérez Palacio; y como ellas, millones de peruanas que dieron todo por su patria en los diversos espacios de la cotidianidad. Feliz Día Internacional de la Mujer, a todas las peruanas.