ERP. Hay personajes dentro de la historia nacional, cuya huella no es conocida por muchos, sobre todo lo que significó su vida dentro de la historia peruana. Sin lugar a dudas, son bastantes los peruanos que saben el nombre del general Andrés de Santa Cruz, pero con toda seguridad, no tienen detalles de su protagonismo en el momento en el que el Perú fue partido en dos Estados, cada uno con sus símbolos patrios.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia de la DNEF del Jurado Nacional de Elecciones
Andrés de Santa Cruz y Calahumana nació en La Paz, actual Bolivia, el 5 de diciembre de 1792, y murió en Beauvoir, Francia, el 25 de septiembre de 1865. Su nombre está asociado a la guerra de la independencia de Bolivia y Perú, y después de este proceso, al escenario de los caudillos, y ejercicio de la política en el país de su nacimiento y en el Perú.
El propósito del general Andrés de Santa Cruz, era el establecimiento de la Confederación Perú-Boliviana, previa separación de la integridad territorial, en dos partes, del territorio del Estado de mayores dimensiones: Perú, que por naturaleza hubiese absorbido al más pequeño, que era Bolivia.
La Asamblea Constituyente de Sicuani, o Asamblea del Sud del Perú, tuvo sus reuniones desde el 16, hasta el 22 de marzo de 1836 en la ciudad cusqueña de Sicuani, con participación de 23 representantes de los departamentos de Arequipa, Ayacucho, Cusco y Puno, cuya extensión territorial daría luego paso a nuevos departamentos.
El 17 de marzo de 1836, esta Asamblea, presidida por Nicolás Fernández de Piérola y Flores, acordó la formación del Estado Sud-Peruano, y asimismo dio la Constitución Política del nuevo Estado, aprobándose su federación con la República de Bolivia, y con lo que sería otro nuevo Estado, que debía crearse con el resto del territorio peruano, es decir, la Confederación Perú-Boliviana se conformaría con tres Estados.
Moneda circulante en el Estado Sud Peruano.
Cinco meses después, en agosto de 1836, se reunió la Asamblea de Huaura, aprobándose la creación del Estado Nor-Peruano, que integraría la Confederación Perú-Boliviana, que quedó constituida por decreto de Santa Cruz, dado en Lima, el 28 de octubre de 1836.
El año anterior, en 1835, Andrés de Santa Cruz, presidente de Bolivia invadió el Perú, derrotando sucesivamente a los generales peruanos Agustín Gamarra y Felipe Santiago Salaverry; tras esto, se propuso lo que había concebido, adueñarse del Perú, tal como estaba en sus planes, so pretexto de una confederación, pese a que inicialmente había concebido solamente la idea de independizar y federar con Bolivia, solo el sur del Perú, en función a la supervivencia de lazos culturales, asociados a procesos geo histórico culturales comunes.
La Asamblea se clausuró el 22 de marzo de 1836, habiendo aprobado previamente, conferir al general Santa Cruz, todo el poder público, bajo el título de Supremo Protector del Estado Sud-Peruano. Asimismo había establecido las características de la bandera que sería de tres colores, el escudo y su moneda; y se ordenó acuñar medallas con la efigie de Santa Cruz, y levantar una estatua ecuestre.
Moneda circulante en el Estado Norperuano.
En 1829 el Congreso de Bolivia lo había elegido Presidente de ese país; en 1835, reunido con Agustín Gamarra, planificaron la Confederación Peruano Boliviana, sin embargo, al poco tiempo lucharían el uno contra el otro, y contra el caudillo Felipe Santiago Salaverry, enemigo de la confederación, a quien Santa Cruz derrotaría en la batalla de Uchumayo, del 7 de febrero de 1836.
El 16 de agosto de 1836 Santa Cruz tomó posesión del mando, como Supremo Protector del Perú, generando disgustos en Gamarra, y en el gobierno chileno, que le declaró la guerra, y el ejército confederado, con Santa Cruz a la cabeza, fue derrotado en la batalla de Yungay, el 20 de enero de 1839, y el Supremo Protector se exilió en Ecuador, y cuando retornó al Perú, fue conducido prisionero a Chile. Terminó en Europa, como ministro plenipotenciario de Bolivia de 1848 a 1855. Volvió a América en 1855, pero nuevos rechazos lo condujeron finalmente a Francia, estableciéndose en Versalles. Falleció en 1865.
