ERP. Si aún hoy, la convocatoria a elecciones se convierte en un gran anuncio, es de suponer lo que eso pudo significar entre los peruanos de hace más de 200 años, cuando fueron citados para delegar poder a sus autoridades por primera vez, era su conversión de súbditos, en ciudadanos. Esto sucedió en 1812.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones
Sin embargo esta experiencia de 1812, está precedida de otras situaciones parecidas, menores en dimensión, que fueron un adelanto al nacimiento de la ciudadanía hispanoamericana, cuando en 1809 se eligió al representante por el Perú ante las Cortes Generales Españolas, y al año siguiente, para la elección de los representantes peruanos ante las Cortes Extraordinarias de Cádiz.
Si bien la condición de ciudadanos es muy antigua en el viejo mundo, con la experiencia de los griegos, y en algunas ciudades de la India, no podemos tomar esos antecedentes vinculados directamente con el Perú, porque en esa época remota, la consideración para ser ciudadanos estaba limitada, y su ejercicio no era tan pleno, como cuando se experimentó entre los peruanos a fines de 1812, y en los años siguientes, hasta 1814.
Indudablemente que le esperaba un largo camino a la democracia, la construcción de la ciudadanía pasaría por muchas experiencias, registradas en un buen número de fuentes primarias, que han llevado a los especialistas a recrear sus luces y sombras, es decir, momentos de fortalecimiento, y atropellos contra la voluntad general de los peruanos, expresada constitucionalmente en las urnas.
Ser ciudadanos en el Perú en 1812, consideró solo a los varones peruanos y a los españoles afincados en el Perú, sin ningún distingo racial, votaron los criollos, los indios, los mestizos, los negros libertos, y los de otras castas en esa condición; y no hubo restricción por ser analfabetos, se confiaba en la capacidad cualitativa del discernimiento, para que cada uno determinase a quien le endosaría el poder para representarlos en los municipios conformados bajo el amparo de la Constitución.
Hoy evocamos este suceso, protagonizado en Lima y Piura en diciembre de1812, y también en otras ciudades peruanas, porque hace unos días, el 1 de abril, hemos rememorado el fallecimiento de Vicente Morales Duárez, uno de los peruanos que actuó como constituyente en ese Congreso que fueron las Cortes Extraordinarias de Cádiz, y que dejó huellas que hicieron perdurable su memoria, aunque no sea una de las figuras más popularizadas en el Perú.
Morales Duárez falleció en Cádiz, el 1 de abril de 1812, siendo diputado peruano ante las Cortes Extraordinarias de Cádiz, que hacía pocos días habían promulgado la Constitución que él también firmo. Su muerte provocó gran consternación no solo entre los representantes por el Perú y América, sino entre todo el cuerpo legislativo que se encontró presente en los debates por la Constitución, tomada como el inicio de la historia constitucional, en todos los países de Hispanoamérica.
Ser ciudadano en el Perú del siglo XXI, implica tener un comportamiento inspirado en valores de igualdad, respeto, tolerancia, libertad, inclusión, y otros, que motivan la conducta de los varones y mujeres que están comprometidos con el desarrollo del Perú, y que educan a los futuros ciudadanos y ciudadanas, para que inmersos en el propósito de un proyecto futuro, trabajen por el presente y por el devenir de su patria.