ERP. Qué pueblo no ama su libertad y la defiende hasta morir. Eso ocurre en todo el orbe, y atropellos contra los más débiles se han visto en todo tiempo, como nos dan cuenta los logógrafos, y se menciona en el libro sagrado del Antiguo Testamento. De esos atropellos en contra de su libertad no han estado libres los pueblos de América.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones
Tradicionalmente se dividía a la historia del Perú, en dos grandes universos, la etapa autónoma, y la etapa dependiente, centrando la primera en los tiempos anteriores a la conquista española, y después de esta, los sucesos que arrancaron en 1532. Se olvidaba indudablemente, que en ese mundo signado de autonomía, también hubo conquistas violentas que arrancaron la libertad de muchos pueblos, que no puede justificar, la mirada que se da, de cultura civilizadora a los incas.
El Tahuantinsuyo se constituyó en base a sometimientos que regaron con sangre las tierras de los pueblos conquistados, los incas avanzaron hacia el norte y hacia el sur del Cusco, después de terminar la guerra con los chancas, donde los nombres de los protagonistas de la resistencia no desaparecieron pese a las estrategias de olvido impuestas por los incas.
La conquista Sicán
Anne Marie Hocquenghem publicó un libro extraordinario en 1999: Para vencer la muerte, un libro enciclopédico de gran valía para Piura, en la que da cuenta de la conquista Sicán a tierras piuranas, y de las obras que llevaron a cabo, como el canal que amplió la cantidad de tierras para irrigación en el Valle del Chira.
Por el trabajo de esta autora, sabemos de la presencia mochica en Piura, y de sus formas de conquistas a través de alianzas y matrimonios, estrategias que los llevaron a dominar el escenario vicus, de igual manera los sicanes, herederos de los mochicas, continuaron con ese sometimiento, pero desarrollando obras para mejorar los espacios, conscientes que eso aumentaba la tributación.
Vendrían después los chimú, los nuevos dueños de la realidad que sometieron a sus vecinos, les impusieron tributos, y controlaron hasta que los incas los dominaron. Todas estas sucesivas conquistas, le fueron dando a Piura un perfil diferente al que debió tener su gente hace dos mil años, nueva presencia humana en los valles y arenales norteños.
La conquista inca de los tallanes
Más allá de los datos históricos que presenta el Inca Garcilaso de la Vega, están los testimonios de muchos cronistas, tanto hispanos como mestizos e indios, que narran sobre la conquista de los incas en territorio piurano, con sometimiento de la sierra y de la costa de esta zona del norte peruano, incluso hay datos en varias publicaciones de Waldemar Espinoza Soriano, de Juan José Vega y de Edmundo Guillén Guillén.
Los incas llevaron adelante una conquista de sometimiento a sus vecinos, aunque de manera idílica se nos diga que fue una anexión pacífica y que no hubo resistencia, es imposible que esto sucediera, porque quien es señor en su propia tierra, imposible que quiera perder fácilmente la potestad que tiene sobre tierras, animales y personas, sin embargo, esa era la realidad que se enseñaba.
En el libro sobre las conquistas de los incas, de Garcilaso de la Vega, se menciona la anexión de los valles costeños en orden geográfico ascendente, detallándose algunos sucesos magnificados por el escritor, cuya obra hoy resulta más literaria que histórica, tomándose como referente, para contrastar sus escritos, con los contenidos de otras fuentes sobre los mismos sucesos.
La conquista de los tallanes por los incas no solo significó sometimiento y tributación, también hubo nuevos pobladores que convivieron entre los tallanes, los mitimaes que vinieron desde tierras lejanas en castigo, y que al llegar pusieron los nombres de su oriundez, a las nuevas tierras que habitaban, como Querecotillo, Marcavelica, y Samán, entre otros nombres. La institución de los mitimaes equivalió en gran parte al cruel castigo del desarraigo impuesto como represión por los incas.
La conquista española
La presencia de los hispanos en el Perú, no solo debe ligarse a la introducción de la cultura occidental por los europeos; pues con los conquistadores se generó una desestructuración de la sociedad andina, apareciendo nuevas formas de organización con esquemas antes nunca vistos.
Los hispanos priorizaron la minería sobre la agricultura, las formas de vida urbana sobre las rurales, y la imposición de la propiedad privada sobre la comunitaria. El trabajo minero generó una semi-esclavitud en las minas, la reunión forzada de la población aborigen en pueblos de indios destrozó una forma de vida, mientras que se institucionalizaban el mayorazgo y la varonía como líneas de sucesión y de dominio.
El primer rechazo de los tallanes
Tras la llegada de los hispanos a Tumbes, el escenario de la conquista comenzó en el Valle del Tumbes, y ahí los recién llegados, que ya habían pasado por el lugar en viajes anteriores, fueron recibidos por los tumbesinos, que habían estado en una guerra con los indios de la isla Puná.
Era imposible que los tallanes no percibieran las intenciones de los recién llegados, por eso los tumbesinos, liderados por el cacique Chilemasa, se aprestaron a una heroica resistencia, pese a la superioridad de las armas de quienes montados a caballo y lanzando fuego, estaban por encima de los aguerridos tallanes de Tumbes, cuyas armas eran diferentes. Lo cierto es que el 8 de mayo de 1532 se produjo el encuentro decisivo de las huestes de Chilemasa, contra los pizarristas, que encomendados a San Miguel Arcángel salieron victoriosos.
No podemos decir que así se forjó el acero tallán como sinónimo de la valentía de nuestros antepasados, ni siquiera metafóricamente, hay que entender este momento, como una defensa a la libertad, como lo hicieron los mismos españoles, cuando fueron sometidos por los romanos y por los árabes.
Segundo rechazo Tallán
Se produjo en el Valle del Chira, ese fue el escenario, el valle del caudaloso río que ahora comparten dos provincias, Paita y Sullana, siendo La Huaca y Amotape las tierras donde ocurrió el episodio que recordamos como el alzamiento o conjura tallán contra Pizarro y su ejército.
Indudablemente, lo reiteramos, los tallanes habían percibido lo que los españoles traían en mente, someterlos con estrategias de liberación de los incas, cuando eso era una gran mentira, un contrato de por medio, asociando la conquista y la evangelización, se imponía en el modo de pensar y de obrar de los europeos, que no iban a descansar hasta someter a los pueblos del Perú.
Esto se produjo antes de la fundación de San Miguel, los curacas del Valle del Chira, algunos dicen que por presiones de Atahualpa, a través de sus emisarios, se alzaron contra los hispanos, y protagonizaron una gran revuelta en la que resultaron perdedores, siendo ajusticiados por los hispanos, que estaban dispuestos a vencer sobre la población de un imperio enfrentado contra sí mismo. Esa muerte heroica no ha sido jamás olvidada, y los episodios aquí mencionados, se llevaron a cabo en jurisdicción de la actual provincia de Paita.
Tercer rechazo Tallán
El tercer alzamiento tallán tuvo como escenario, el valle del Piura, en jurisdicción de Tambogrande, exactamente en un sitio denominado Cháparra, cerca de Serén. El nombre del lugar se conservó hasta principios del siglo XX, y luego desapareció.
Los incas habían considerado a la zona como estratégica, y habían construido un tambo de grandes dimensiones, un tambo grande, que luego daría el nombre a la hacienda, a la población, y al distrito de Tambogrande. Como un recordatorio a la población actual, se ha construido la réplica de un tambo que se ubica la entrada de la villa de Tambogrande.
El alzamiento tallán en Cháparra, fue en setiembre de 1532, después que Pizarro y sus huestes salieron de San Miguel, ubicada en ese momento en Tangarará, estos actos de protagonismo tallán, son la evidencia, de que la nación peruana nunca se sometió a los hispanos sin rechazarlos, y así fue durante el virreinato, un conjunto de protestas se sucedieron, demostrándose que eso de “la humillada cerviz” nunca fue una realidad.
El reconocimiento al rechazo Tallán a la conquista
La resistencia tallán a la conquista aparece narrada en muchos libros sobre historia del siglo XVI, y ha sido tratada en los coloquios que sobre Piura y Tumbes organizó varias veces en Lima, el historiador Miguel Maticorena Estrada, Al respecto, en el Panteón Nacional de los Próceres, que administra el Centro de Estudios Histórico Militares del Perú, hay una placa conmemorativa de reconocimiento, a los protagonistas del rechazo a la conquista, y el alzamiento de los tallanes, es lo primero que aparece en la lista.
Hace falta un monumento sobre este episodio en la ciudad de Piura, un monumento que se ubique en un lugar estratégico y a través del cual se eduque e informe a la población de la actitud de resistencia de sus pretéritos.
En tumbes si existe una construcción alusiva, y en Sullana también desde el año 2011, cuando ese año, con motivo del Centenario de Creación Política de la Provincia de Sullana, la Comisión de Centenario Provincial, presidida por el extinto José Carlos Carrasco Távara, levantó un monumento alusivo en la Plaza de Armas de la localidad.
Nos acercamos al año 2032, ocasión en la que debe rendirse un gran homenaje a los curacas de Tumbes, a los del valle del Chira, y a los de Tambogrande, y a las valientes capullanas que con toda seguridad estuvieron con ellos, su grata memoria así lo demanda, y así lo exige el juicio de la historia.