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José Faustino Sánchez Carrión, el solitario de Sayán

Miguel Arturo Seminario Ojeda
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ERP. En los años anteriores al Bicentenario de la Proclamación de la Independencia Nacional, en todos los pueblos del Perú se vivió como una gran ansiedad, el deseo de dar a conocer los sucesos, hechos y personajes, que los enlazaban con el proceso de la independencia, y con toda seguridad, esta búsqueda continuará hasta el 2024, por el Bicentenario de las Batallas de Junín y Ayacucho.

Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones.

Sin embargo, es justo reconocer, que hay lugares que tienen permanentemente asegurada una carta de presentación en todos los tiempos, pues en sus contornos vieron la luz, peruanos y peruanas que han dejado un fuerte testimonio de su vinculación con esas horas de la lucha por la independencia, y por el futuro de una patria libre. Es el caso de Huamachuco, lugar de nacimiento de José Faustino Sánchez Carrión.

José Faustino Sánchez Carrión

Conocido como el Solitario de Sayán, nació en Huamachuco el 13 de febrero de 1787, y falleció en Lurín, Lima, el 2 de junio de 1825. Fue hijo de Agustín Sánchez Carrión y de Teresa Rodríguez y Ledesma. Se le recuerda como un precursor de la independencia, como ideólogo y político peruano, con decisiva participación en definir la forma de gobierno republicana para el Perú.

Estudió en la Universidad de San Marcos. Fue uno de los redactores de la Constitución Política del Perú de 1823, que fue una Carta Magna de corte liberal; y tras el retiro del general San Martín del Perú, conformó la comisión destinada a Guayaquil para invitar al general Simón Bolívar al Perú.

Jose Faustino Sanchez Carrion 1

Cuando Simón Bolívar se instaló en el Perú, fue su Secretario o Ministro General, acompañándolo a lo largo de su campaña en territorio peruano, siendo encargado de gestionar los recursos para el Ejército Unido Libertador, vencedor en Junín y Ayacucho. Entre 1824 y 1825 fue Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores.

Tras estudiar con maestros privados, en 1802 empezó a estudiar en el Seminario de San Carlos y San Marcelo de Trujillo, y por no tener vocación religiosa, estudió Derecho en el Real Convictorio de San Carlos, a cargo de Toribio Rodríguez de Mendoza, difusor de ideas del liberalismo en el Perú. Se graduó de bachiller en leyes en 1813, y se recibió de abogado el 5 de noviembre de 1818.

Entre la oratoria, el derecho y la docencia 

Pronto el alumno Sánchez Carrión se destacó como orador desde que era estudiante, y sus escritos llamaron la atención de propios y extraños, en 1810 hizo el elogio poético de José Baquíjano y Carrillo, el fundador de la Sociedad Amantes del País, quien moriría unos años después. Su fama lo llevó a que se le designase como orador en el segundo aniversario de la Constitución de Cádiz, en 1814, ocasión en la que mencionó abiertamente, la necesaria igualdad entre criollos y españoles, contrariando al virrey Abascal quien ordenó que no se le encomendara más discursos, porque intuyó en él, como el impulsor de un mensaje subversivo, acorde con la independencia.

Alternaba su labor de abogado, con la docencia, enseñando leyes y cánones, y el curso de Digesto Viejo en San Marcos. Al año siguiente de su graduación como abogado, casó el 8 de noviembre de 1819, con María Josefa Antonia Dueñas. A poco de esto se le alejó de Lima, por los rumores de difusión de sus ideas de patria y libertad, que hicieron que el virrey Pezuela lo considerara peligroso, sobre todo, porque en Lima circulaban los rumores de la pronta venida del ejército libertador. Es innegable que los realistas manejaban una red de espionaje, y querían mantener la fidelidad a la Corona de Castilla.

El solitario de Sayán 

Se retiró a Sayán, en Huacho, y luego se afirma que fue a Trujillo, hallándose presente en la proclamación de la independencia en esa ciudad, sin estar presente en la de Lima, por el viaje que realizó a Huamachuco, por la muerte de su padre. Sánchez Carrión era un gran patriota, libertario, y su voluntad estaba orientada a lograr un país donde la igualdad no fuera solo una aspiración, sino una realidad.

Al retornar a Lima, en 1821, continuó con su manifestación partidaria por el gobierno republicano, mientras que el general San Martín postulaba la monarquía constitucional como la forma de gobierno para el Estado peruano. Cada bando esgrimía sus fundamentos, lo cierto es que el plan sanmartiniano no tuvo acogida, sin que esto signifique una derrota para el general San Martín.

En contra de la monarquía constitucional 

Bernardo de Monteagudo, que defendía los planes monárquicos de José de San Martín, debatía con Sánchez Carrión en la Sociedad Patriótica. Sin embargo el discurso de Sánchez Carrión fue más convincente y su mensaje fue asociado por un gran número de peruanos, mientras que Monteagudo fue expulsado del Perú. En 1822 fue elegido diputado por Trujillo en el primer Congreso Constituyente del Perú, actuando como secretario, y como miembro de la comisión que fue encargada de redactar la Constitución de corte liberal, promulgada en 1823, que no tuvo ninguna vigencia, por las libertades que se concedieron a Bolívar, un poco antes de su promulgación.

Se manifestó abiertamente partidario de llamar a Bolívar para terminar la guerra de la independencia, tras lo ocurrido en la Campaña a Puertos Intermedios, siendo él y José Joaquín Olmedo, los comisionados para ir a Guayaquil, y tratar con Bolívar su traslado al Perú, retornando al país con el libertador del Norte, quien lo admiraba mucho y lo nombró ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores.

En ese momento hacía falta que una mano fuerte guiará los destinos del país, que seguía enfrascado en la guerra de la independencia, porque los realistas continuaban con la necedad de defender lo indefendible, y los conflictos internos enfrentaban a Torre Tagle y Riva Agüero, considerándose la presencia de Bolívar, como alternativa para gobernar el Perú en ese momento.

La abeja y el tribuno de la república peruana 

Tras su regreso a Lima, en diciembre de 1821, Sánchez Carrión se dedicó a propagar y defender los principios republicanos, no compartía la propuesta monárquica de San Martín y de los colaboradores más cercanos del Protector de la Libertad del Perú, entre ellos su ministro Bernardo de Monteagudo, debatiendo con él en la Sociedad Patriótica.

Defendiendo el republicanismo, Sánchez Carrión escribió dos cartas firmadas como «El Solitario de Sayán». Por lo visto sus argumentos fueron más contundentes que los de los pocos monárquicos, influyendo fuertemente, para que se adopte la forma de gobierno republicana. El ex Ministro, Bernardo Monteagudo fue destituido y desterrado del Perú.

La propuesta de Sánchez Carrión circuló en "El Correo Mercantil Político y Literario", colaborando también en el bisemanario "La Abeja Republicana", donde se publicó completa la primera carta del Solitario de Sayán.

Posteriormente editó por su cuenta el bisemanario "El Tribuno de la República Peruana", cuyo primer número salió el 28 de noviembre de 1822. Así como en la “Abeja Republicana” se daba a conocer las razones por las que no convenía la monarquía, en este bisemanario, de corta duración, se expusieron las razones por las que debería prevalecer la República, como forma de gobierno.

En la Constitución de 1823, y en las siguientes, se advierte el triunfo de las ideas de Sánchez Carrión, sin embargo nos preguntamos, que habría dicho si hubiese visto el enfrentamiento entre los militares, por más de 50 años para conducir el país. Se adoptó esta forma de gobierno, que no terminó con las denuncias que hizo Sánchez Carrión contra la monarquía, porque la desigualdad social, con esas separaciones abismales entre los estratos sociales, se mantuvo muy fuerte durante todo el siglo XIX, impidiéndose la movilidad social, en la superviviente sociedad que mantenía un sistema de castas, más que de clases sociales.

La trascendencia de un peruano ilustre 

Falleció el 2 de junio de 1825 en Lurín, contando con 38 años de edad. Tras su muerte circularon las más inverosímiles conjeturas, llegando a sospecharse que Bolívar ordenó su envenenamiento. Sánchez Carrión había escrito sobre porque no debería primar el sistema de gobierno monárquico, era abiertamente republicano, con gobiernos no vitalicios, sino con tiempos de acuerdo a la Constitución. La autopsia le fue practicada por el médico Cayetano Heredia.

El nombre de José Faustino Sánchez Carrión está en la memoria colectiva del Perú, todos los letrados lo conocen, ya que es posible saber de su existencia en la primaria y la secundaria, y aún los iletrados sabían de él, al escuchar su nombre en las emisoras radiales, y cuando se le ha mencionado y menciona en la televisión.

Hay bustos, pinturas, calles, parques y avenidas con el nombre del Solitario de Sayán. También hay instituciones educativas que llevan su nombre, así como una de las provincias del departamento de La Libertad. De igual manera, la Universidad de Huacho se llama Faustino Sánchez Carrión. Simbólicamente, en el Panteón Nacional de los Próceres existe un cenotafio, con el nombre del ilustre peruano.

Recordemos que en el proceso de la independencia nacional, hay hombres y mujeres que apostaron con sus ideas y la acción, confiando en el futuro de la patria; el proceso emancipador se manifestó en el Perú, al margen de la necesidad de la presencia de los ejércitos que coadyuvaron para el logro de la independencia. Faustino Sanchez Carrión, es uno de los personajes que brilla en esos episodios de la historia nacional.

Diario El Regional de Piura
 

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