ERP. La conmemoración del Bicentenario de la Independencia Nacional ha llevado a profundas reflexiones a la sociedad peruana, hemos visto, leído y escuchado sobre escritos y conferencias de esta temática, y con estas reflexiones profundas, hay también exageraciones que hacen girar a determinados lugares, como si fueren los únicos ejes de la dinámica de la independencia, sin ver más allá del contorno geográfico en el que procuran encontrar la mayoría de hechos trascendentes, en tiempos de la separación política del Perú, de la Metrópoli española.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones
En todos los pueblos del Perú, quizá exceptuando a algunos de la selva, se encuentran episodios asociados al proceso de la independencia, expresados en lo local, regional, o nacional, pero siempre presentes, con hechos, o con varones y mujeres como protagonistas en la defensa de la libertad e independencia de la patria.
La patria, qué es? hacia donde nos remite esta palabra, recordemos que se habla de ella a nivel literario, histórico, antropológico, la mencionan en arqueología, y también en filosofía, pero desde donde sea que se le mire, todo se orienta a señalar a la patria como esa heredad, como el espacio sobre el cual los hombres y mujeres de una sociedad, nacen, viven, se desarrollan, dominan, y mueren, dejando el espacio para que nuevas generaciones continúen con el proceso geo histórico cultural, que les presenta un mejor derrotero, en cada etapa de su historia.
Los hombres y mujeres que nacen, y que viven en un determinado espacio, sienten que un cordón umbilical espiritual los ata con esa tierra, y con su historia, tan cargada de hechos trascendentes, algunos rescatados y bien conocidos, y otros que se pierden en el tiempo, y no están en la memoria colectiva por diferentes circunstancias.
La patria no nace con la República, tampoco comienza con la independencia, la patria no nace en Ica, tampoco en Trujillo, Lima o Cusco, la tierra sagrada de los peruanos ha sido testigo de diversos procesos culturales que se van conociendo cada día más, porque la ciencia, y los especialistas del pasado, presentan nuevas verdades, desde la antropología, historia, y arqueología.
Hoy sabemos que antes de los incas, hubo culturas pamperuanas grandiosas, y civilizaciones que ubican al Perú en la meseta cultural de tiempo con los sumerios, y otras civilizaciones, en las que Caral se engarza con luz propia, y brilla en toda América, mientras en el Perú siguen encontrándose más evidencias en igual temporalidad, y en algunos casos más antiguos que Caral.
Nuestra patria es milenaria, va más allá del hombre de Lauricocha, de Toquepala, está mucho más allá de Chimú, Paracas, Nasca, Tiahuanaco, Vicús, Tallán, Chavín, se pierde por sobre todas las culturas peruanas; nuestra tierra ha sido abonada por hombres y mujeres que con sudor, lágrimas, coraje, talento y creatividad, generaron un conjunto de innovaciones que les hicieron sobrevivir en medio de la aparente adversidad.
La patria designa al lugar de nacimiento, o al que se adopta, y al que individual o colectivamente se siente ligado el grupo por vínculos diversos, sean históricos afectivos, culturales, o familiares, que fortalecen esa conciencia de pertenencia, que los lleva a obrar consensualmente, pensando en el futuro de la sociedad.
Cuantas canciones escuchamos siempre, aludiendo a las riquezas que la patria presenta a los peruanos, “que nos da a manos llenas, el acero y el pan”, pese a que sabemos de millones que carecen de los beneficios que ofrece la sociedad, porque lo que simbólicamente representan el acero y el pan, no llega a todos los peruanos.
Hoy que apuntamos a un mundo con mayores condiciones de igualdad, y en medio de estas reflexiones por el Bicentenario de la Independencia Nacional, metafóricamente, escuchemos la voz de la patria, que con toda seguridad clama por justicia para todos, por la instalación de ese mundo de igualdad que proclamamos, conscientes de que la patria no comienza en 1820 ni en 1821, se pierde en el tiempo, pero vive en la memoria, y está en la querencia de todos los peruanos y peruanas.