ERP. Ignorancia es la ausencia de conocimiento. Los ignorantes viven sumergidos en las insondables profundidades de desconocimiento. El conocimiento es una menuda tarea que compromete los sentidos, el saber placentero y la memoria. Vivir el presente ignorando el pasado es una forma de satisfacción placentera de los obtusos y estrechos de mente. La memoria como atributo humano es la capacidad de recordar. La palabra recordari en latín significa "volver a pasar por el corazón". Está compuesta por re (de nuevo) y cordis (corazón). De modo que se trata de una recreación inteligente que parte del corazón donde reposan los afectos y los sentimientos.
Por: Miguel Godos Curay
Periodista y docente universitario
Los que viven el momento de modo insufrible no tienen recuerdos. Su efervescente modo de pensar es la nada. Como advertía Emil Staiger, refiriéndose a los géneros literarios, la lírica condensa y decanta los sentimientos de un yo en el presente. Quien ama quiere en el aquí y ahora. El que ama no ama al día siguiente. La épica es el pasado, la gloria de los héroes, las hazañas que se repiten de boca a oreja. Es la historia misma. La historia enaltece las glorias del pasado. Sólo las bestias no tienen historia. El drama es la acción que se extiende hacia el futuro. El conflicto por el conflicto mismo. La consecuencia, la confrontación. El desahueve que esperan las adictas a las telenovelas. Vivimos en una sociedad plagada de conflictos de todo tipo. Conflictos de poder de todo pelaje, conflictos personales de quienes al confesarse eluden en el tamiz de su conciencia todas sus inolvidables pendejadas y no se arrepienten. Por supuesto, que hay creyentes que no se confiesan, ni se arrepienten pues se regocijan en las indecibles ocasiones de las seducciones del demonio.
Lo acontecido en Paita no es otra cosa que el producto de la ignorancia, la ignominia, el agravio, denuesto, ultraje, deshonra y el vilipendio de la actual gestión municipal. Como me anotan en innumerables correos los vecinos y ciudadanos de Paita la remodelación de la Plaza Bolognesi “es una inmensa cagadota”. “Es el robo impune de la actual gestión municipal”, “es una falta de respeto al pasado”, “es un crimen cívico frente a la casa de las educadoras Castillo y de don Luciano el fundador del Partido Socialista”, “debería procesarse al alcalde y regidores para que con el embargo y disposición de sus dietas se resarza es indecible daño a Paita”. “quieren cambiar el busto de bronce de Bolognesi obra del escultor huaquillano Luis Agurto por un armatoste de fibra de vidrio”. Los antañones exalumnos del Colegio San Francisco, que compartieron inolvidables momentos en esta plaza se sienten heridos en el alma por el silencio cómplice de quienes callan y no reclaman.
Me dicen hoy mismo en emails recientes que Paita en su aniversario “huele a alcantarilla”, “el hedor es insoportable”, “el riesgo para la vida el cuerpo y la salud no debe quedar impune”. Otros sugieren un baño de aguas negras para el alcalde y los regidores. Estos 164º años de creación política son una efeméride sin mayores motivos que celebrar. El disparate plazolero, el arboricidio perpetrado, la inseguridad vecinal, el desaseo urbano no son causa sino de la censura pública, la queja y el reclamo. Guardar silencio no le hace bien a nadie. Aplaudir a regidores que no fiscalizan ni defienden los intereses de Paita es un hazmerreír que no se debe volver a repetir.
Sigo leyendo los mensajes a mi email