ERP. La escalada de violencia criminal no se detiene en el Perú. Nadie está libre de esta amenaza que arrebata la vida a inocentes sembrando desolación y terror. Todo el país está conmocionado por esta amenaza brutal y salvaje ante la que el gobierno ha demostrado incapacidad, torpe manejo político y hasta indiferencia por parte de los decisores políticos. El ejecutivo vive su protagonismo indiferente y el legislativo con inaudita incapacidad no legisla para poner a raya la avalancha criminal.
Por: Miguel Godos Curay
Periodista y docente universitario
Son muchos los hilos invisibles que gatillan este serio problema la migración de delincuentes, sicarios y asesinos por nuestras fronteras. Las bandas criminales asociadas al narcotráfico y la minería ilegal enfrentadas con mano blanda fomentan el robo, el sicariato, la extorsión y la violencia. Si el gobierno no asume con mano dura la alevosía criminal continuará impune este derramamiento de sangre en todo el país.
La estadística criminal es abultada según el balance de InSight Crime los homicidios en 2024 sumaron 2,040. En los primeros 62 días del 2025 se han registrado 364 homicidios, Según la proyección estadística cada cuatro horas se registra en el país un homicidio. Más del 70% de los asesinatos se perpetra con armas de fuego. La avalancha de violencia delictiva y criminal no se detiene y sólo en contadas ocasiones se identifica, captura y juzga a los actores de los homicidios. Las amenazas no se detienen e incluso se extorsiona a los promotores de instituciones educativas privadas. Igual sucede con pequeños emprendimientos obligados al cierre. Igual sucede con la construcción civil en donde presuntos sindicalizados exigen cupos bajo amenaza de paralizar las obras.
No escapan a las amenazas criminales las empresas de transporte, establecimientos hoteleros, restaurantes, proveedores de servicios y hasta las agrupaciones musicales de cumbia sanjuanera exitosas en el norte del Perú. Es lo que sucedió con Armonía 10 el popular conjunto musical piurano cuyo vocalista Paúl Hamber Flores García, conocido por sus inolvidables interpretaciones como Russo fue ultimado por un proyectil de arma de fuego disparado por sicarios al bus que conducía a los treinta integrantes del grupo musical quienes cumplían una serie de presentaciones en Lima.
La mala noticia nos sorprendió a las primeras horas. Un joven interprete que cimentó su vocación con esfuerzo y mucha entrega a su familia. Un talento ultimado por la vesania. Su ausencia inesperada enluta a sus padres, la esposa e hijo. Nos duele profundamente en el alma y en el corazón el acontecimiento criminal con la cifrada esperanza que puedan ser capturados los autores y no nos tropecemos en la esquina de las injusticias con la impunidad.
Quienes conocemos a su buena familia de profundas convicciones cristianas tenemos la serena convicción que el generoso amor de Dios llenará ese vacío inmenso que deja la inesperada ausencia. Para quienes lo conocimos nos queda aún un grato recuerdo, la alegría, el haber hecho de su voz de juglar de la cumbia popular un ocasión para los más puros sentimientos. Algo que nunca podrán entender las bestias que con ferocidad nos arrancan lo que más queremos.