ERP/N.Peñaherrera. Un saludo a todas las madres que nos siguen. Sé que la forma usual es dedicar los espacios a ensalzarlas, pero hoy quiero escribir de una madre que es la madre de todas las madres: la Madre Tierra.
Este redondo y azul-celeste lugar nos acoge del mismo modo como nuestro cuerpo acoge bacterias buenas y nocivas. Y, para variar, en este planeta habemos gente que trata de hacer las cosas bien y gente que te cuestiona la raza humana, especialmente cuando mezcla la mentira y el poder del dinero.
Debido al conflicto creado por los cruces de información de gobierno, empresa y dirigencia en Islay, Arequipa, en las redes sociales han aparecido personas que han comparado el escenario con Tambogrande (1999-2005) y el posterior desarrollo de la minería ilegal en el valle del Quiroz y del Chipillico.
Y en el proceso de defender los puntos de vista, hay gente –especialmente líderes nacionales de opinión- que ha dicho disparates que explican la canción de Bebe, aquélla de que “la Tierra tiene fiebre”.
Ahora bien, aquí la cosa no es según el cristal con que se mira. Aquí la cosa es verdad o es mentira. Así que, para orientar a la clientela de Facebook y Twitter, vamos con unas cuantas afirmaciones y desmentidos sobre las tarugadas que se publican a diario.
“La contaminación de la minería ilegal ha destruído a Tambogrande”: ¿en serio? ¿Tenemos fotos? Toda la gente que afirma esto, hasta ahora, lo ha acompañado con una foto actual. ¡Guau! Cuánta destrucción. ¿No será que esa foto es de Suyo, Paimas, Las Lomas o Sapillica? Hasta donde sé, son distritos independientes.
“Hay más pobreza en Tambogrande desde que se fue la posibilidad de minería formal”: ¡Qué raro! El gobierno ha elevado la categoría de muchos distritos de Piura respecto a su nivel de pobreza, entre ellos Huarmaca (¿?) y Tambogrande. Mas bien La Matanza y Lancones andan mal en el ranking. Otra cosa que no dicen en Lima, especialmente, es que el Tambogrande de inicios de milenio se ha profesionalizado y ha incrementado su capacidad adquisitiva. De hecho, la ciudad de Tambogrande es el cuarto mercado más grande de la costa central de Piura, junto a Chulucanas, Sullana y la capital regional; si no, pregúntenle a las tiendas por departamentos. Es, incluso un ‘hub’ vial.
“Tambogrande es el emporio de la minería ilegal”: Claro, y en Sullana hay una estación de lanzamiento de misiles. El real emporio está 50 km al norte, y dos distritos más allá, encima dos valles más allá… en Suyo.
“Ya hay minería ilegal en Tambogrande”: Media verdad. Los asientos son Cerro de Leones y San Pedro de Tejedores (en disputa con el distrito de Las Lomas), que se abrieron luego que la supuesta veta de Carrizalillo no fuera tan rentable. Todos los puntos colindan con Las Lomas y sapillica; pero, en ¿todo el distrito? Entre 2009 a 2011, cuando hicimos trabajo de campo, no hallamos nada, y barrimos la parte oriental y suroriental del distrito. Otro dato es que Tambogrande tiene 210 caseríos, la mayor cantidad del departamento de Piura. Ya pues, apliquen regla de tres simple. Otro detalle: el Ministerio del Ambiente nos premió por ese trabajo… ¿sería capaz el gobierno de dejarse enghañar por un grupo de 5 productores de contenidos? ¡Dios santo! ¡Somos los gurúes de la propaganda ambientalista!
“El agua del valle de San Lorenzo está contaminada por la minería ilegal”: es probable. Recordemos que el agua corre por gravedad, así que la lógica dice que si contaminas arriba, contaminas abajo; y en Sapillica sí se está usando mercurio en el proceso de obtener oro.
“La sierra de Piura está llena de minería ilegal”: Claro, y todos los restaurantes de Lima son racistas. Ah, no les gusta ¿no? ¡Claro! Se tiene que precisar cuáles. Igualito acá. Repasemos: Chocán (Ayabaca), Río Samaniego (Carmen de la Frontera), Sapillica. Ahí se nos acabaron, salvo nuevo reporte. No, señores, Paimas no es sierra aún, menos Suyo.
”Los ambientalistas nunca denunciaron la minería ilegal en Piura”: ¡Mentira! Si los de Lima no lo hicieron, los de Piura sí. A mediados de 2006, FACTORTIERRA.NET publicó un reportaje donde se explicaba la situación en Suyo. Nadie, ni las ambientalistas limeñas (hablemos con transparencia) dijeron ni pío. Es más, el reportaje estaba acompañado por un documental producido por la Junta de Usuarios del Valle de San Lorenzo (antes que se partiera en dos).
“Desde que se fue la minería formal, hay más delincuencia en Tambogrande”: este argumento es tan sólido como los romances de Combate y esto es Guerra. El supuesto de la firmación es el incremento de la pobreza, pero ya sentamos que de eso, nones. Mas bien, el incremento de la capacidad adquisitiva ha disparado la drogadicción y la delincuencia, que es mas bien importada de Colombia: básicamente sicarios, que, por más retorcido que parezca, son signos evidentes de riqueza (digo, si no ¿con qué plata los contratas?). lo que no se dice es que la minería ilegal y la generación de dinero está ligada al sicariato y la trata de personas (como lo citó una investigación estudiantil UNP, en 2011). Es más, ahora pensamos que la muerte de Godofredo García habría sido planeada por mineros ilegales, quienes ahora ocupan su propiedad en Somate Bajo. ¿Por qué? Basta estudiar todos los ‘modus operandi’ de los sicarios.
“Hubo plata de ONG ambientalistas en Tambogrande”: Sí, es cierto. Pero hubo más plata del lado que apoyaba la minería, lo que incluyó una campaña de desinformación mediante cierto periódico que no solo se reivindicó después con el campesinado, sino que puso de patitas en la calle a todos los y todas las periodistas que fueron parte de esa campaña.
“Marco Arana lidera la movida ambientalista en Tambogrande”: ehhhh… a ver, Marco Arana sabe que le tengo admiración, cariño y respeto, en mi casa lo quieren mucho (y cuando lo desee, tiene las puertas abiertas para venir), pero… ¿en serio está haciendo eso? Lo digo porque la movida ambientalista en Tambogrande dejó de existir a mediados de 2006, cuando se estrenó el corte definitivo del documental sobre Tambogrande. Desde entonces, la dirigencia que yo conocí anda más dispersa que molécula de agua en estado gaseoso y más cuestionada que Peluchín, especialmente tras las dos gestiones previas a la de Gabriel Madrid, quien dicho sea de paso sepultó el aniversario del asesinato de Godofredo García en el más absoluto olvido. ¿Y por qué sus dirigentes están vigentes? Ah, bueno, eso se llama mercadeo, ¿no? Y lógico, los otros por tomar decisiones sin la más mínima reflexión. Por último, hay tanta movida ambientalista en Tambogrande que tienen cero impacto en las redes sociales.
Sé que esto no va a parar los disparates en 140 caracteres o más. De hecho, los va a azuzar; pero, como que esta semana ha sido tensa para mí, y esta es una de las cosas que me llegó a la coronilla.
A propósito, ¡Qué bueno tener a Martha Meier compartiendo información!
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