ERP. El martes 15 se va a marcar dos meses del derrame de petróleo crudo desde la refinería La Pampilla, en el Callao. La tarde del sábado 15 de enero, unos 11 mil 900 barriles del hidrocarburo se vertieron al Océano Pacífico tras la rotura de una manguera que lo descargaba desde un buque de bandera italiana. El desastre ambiental se extendió por mar y playas en una franja de unos 55 kilómetros hacia el norte.
Por Nelson Peñaherrera Castillo
Ocho semanas después, hay más de tres mil personas afectadas en principio, un régimen que está viendo cómo dar obsesivamente tres mil soles (unos 750 dólares o 700 euros) adelantados a mil de ellas, en tanto que parece haber olvidado que la otra prioridad es regresar el ecosistema a su estado anterior; y una empresa que, con tal de no perder la concesión, verá qué malabares socio-legales hacer y acatar a regañadientes.
Repsol, la corporación española que opera La Pampilla, podría enfrentar una penalidad millonaria en Perú, y ahora mismo está viendo de dónde pica porque parece que rompiendo el cerdito no alcanza. Por lo pronto está intentando culpar a la naviera, dueña del buque desde el que se suministraba el crudo, pero no está claro con cuánto le quiere ‘meter cabeza’. Hasta cierto punto, el hecho de que se le levante la prohibición para usar su muelle de descarga ya es un alivio.
Y sobre esto último, el alivio consiste en que Repsol deja de perder dinero por día no operado; para los y las millones de habitantes en territorio peruano, esto significa que el combustible no va a escasear aunque ello no evitará que siga aumentando su precio, burda cortesía de Vladimir Putin, el dictador ruso que invadió Ucrania por una aparente intención de apropiarse de su energía nuclear. Todo suma en la aldea global. Sigamos.
La revelación de esta semana ha sido una exclusiva de #3alhilo, y reconozco que fue un descubrimiento por mera casualidad. Investigando otro tema en Murcia, España, tocó ponerle gasolina al carro (coche en castellano peninsular) y, como sabrán, ya los pagos se hacen totalmente virtuales. Lo llamativo es que en el concepto hay una colaboración y aquí les paso la captura de pantalla que mostramos en el podcast:
Sí, dice “Cordillera Azul”, y cuando uno se pone a investigar un poco, resulta que Repsol España sí aporta fondos contra la deforestación que se concentran en proteger ese parque nacional ubicado en nuestro departamento de San Martín. El espacio está muy cerca de su frontera con el departamento de La Libertad. Entonces, hasta ahí nada de raro; incluso, es información pública: https://www.repsol.es/particulares/digital/waylet/compensacion-de-emisiones/compensacion-de-emisiones-cordillera-azul/
Pero, quienes llenan el tanque de su coche en las gasolineras de Repsol dentro de España me aseguran que, hasta hace unas semanas, el concepto explícitamente decía que se destinaba al desastre ambiental en Ventanilla. Desgraciadamente, nadie se tomó el trabajo de hacerme una captura de pantalla porque el tema en medios españoles estuvo prácticamente silenciado; ergo, nadie cayó en la cuenta.
Para no generalizar, el diario el País sí cubrió el caso y hasta le dedicó una columna; pero entre tanta oferta informativa, es probable que pocos lo hayan visto. Aparte que entre los dimes y diretes de su Parlamento y la invasión rusa a ucrania, el tema pudo haberse impreso pero pasar desapercibido. Suele ocurrir.
Aunque, España tuvo su propio desastre en setiembre de 2021 cuando en un bosque de pinos de la isla de La Palma, en el archipiélago y comunidad autónoma de Canarias, la tierra se abrió , le nació un volcán que sigue sin ser bautizado oficialmente, y que dejó afectada a una población que es poco más del doble de la que el desastre en Ventanilla.
La ola de solidaridad trascendió a las fronteras españolas y el tema era cobertura 24/7 incluso para quienes vivimos por acá y, en teoría, nada tenemos que ver con el problema. Hasta yo le dediqué una columna alabando la gestión de la crisis: https://www.elregionalpiura.com.pe/index.php/columnistas/174-nelson-penaherrera/52729-un-nuevo-volcan-nos-recuerda-tres-viejas-lecciones
También produje un reportaje que bien podría servir como base para un documental de corte científico, si es que alguien ya lo produjo: https://factortierra.blogspot.com/2021/12/lecciones-del-volcan-de-la-palma.html
El sábado 12 de marzo, los reyes de España, don Felipe VI y doña Letizia, viajaron hasta La Palma para reconocer la entereza y resiliencia de los damnificados que intentan reconstruir sus vidas mientras las lenguas de lava que ya no fluyen desde mediados de diciembre aún se están enfriando.
En mi opinión, como acto afirmativo, me parece excelente porque, a juicio de muchos españoles de la península, una vez que el volcán se agotó, el tema casi pasó al olvido por los medios y por la opinión pública en general.
El caso La Pampilla no fue un desastre natural, aunque inicialmente creímos que lo causó uno; sin embargo, tiene unas consecuencias funestas en el ecosistema marino y terrestre de un sector que, en términos prácticos, es tan grande como el de La Palma. Lo que conecta a ambos es España.
La embajada de ese país en Lima ha sido lugar de reunión para negociar el tema, asunto que influyó en la caída del segundo secretario general de Palacio de Gobierno; y no olvidemos que un representante del gobierno español vino desde Madrid a intentar contarle a los medios peruanos que Repsol sí estaba trabajando cuando los reporteros nacionales y asignados a nuestro país experimentaban con sus propios ojos y narices que no era así.
Para mala suerte del gobierno español, existen otros medios europeos que lo desmienten, como pudimos recolectar en un primer reportaje publicado por FACTORTIERRA, donde además hay un clip original que nos envió un seguidor aterrizando en Lima.
¿Por qué en España los medios no influyeron para generar olas de solidaridad destinadas a atender el desastre ecológico de La Pampilla? Es algo que ellos tendrán que responderlo a sus audiencias, especialmente si las audiencias los pagan con sus impuestos, pero la queja que muchos españoles tienen es que incluso la información que se les sirve tiende a ser manipulada. Lo que pasó en Ventanilla parece darles la razón.
Adicionalmente, ni don Felipe ni doña Letizia (extraordinaria colega nuestra, dicho sea de paso) parecen haber dicho palabra alguna sobre el tema. No sé si es pertinente una actividad para los damnificados peruanos como la que hicieron con los palmeros. Desde mi punto de vista, sí, pero en todo caso que lo analicen con nuestra cancillería. A lo que voy es que también los peruanos somos seres humanos. ¿Captan la conexión?
El requisito no escrito de la solidaridad se basa en el principio de la reciprocidad proactiva, es decir, hoy por ti y mañana por mí, no porque me lo impongan sino porque de la misma manera que tú me sentiste tu hermano o hermana, ahora yo te siento el mío o la mía. Se llama empatía.
Y con esto, por si acaso, para nada digo que los españoles o las españolas sean mala gente. Todo lo contrario: son lindísima gente. El asunto aquí es cómo en tiempos de la aldea global tenemos esa disposición a conectar y actuar. A ver qué pasa en los días y semanas por venir.
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