ERP/N.Peñaherrera. Hoy por la tarde se presentará ante el Concejo Municipal (o sea, la alcaldesa y el cuerpo de regidores y regidoras) de Piura, un dictamen de ordenanza antidiscriminación.
La herramienta busca prevenir, señalar y sancionar actos en los que se establezcan criterios subjetivos de segregación en cualquier espacio de atención al público, sea público o privado, así como en espacios públicos en general.
La norma se aplicará, según el texto al que he tenido acceso, en el distrito de Piura.
De ser aprobada, según mi contabilidad, sería la tercera en todo el departamento (alguien me dijo que sería la quinta), y la segunda de alcance distrital (Sullana es la única de alcance provincial, pero no hay cuándo diablos se aplique).
En primer lugar, me parece más que positivo que se presente tal iniciativa, pues, desgraciadamente, la gente está confundiendo desarrollo con discriminación. A lo mejor es porque ambas comienzan con D... digo.
Segundo debe aprobarse por unanimidad. Cualquier oposición se tiene que interpretar como un aval a la discriminación, la que –no me cansaré de recordarlo- es un delito penal (Art. 323°), y que, cuando es cometida por servidores y servidoras de cualquier instancia de gobierno, es causal de inhabilitación.
Tercero, sugiero que se haga una modificación al texto antes de pasar a votación. De acuerdo con algunos especialistas con quienes hemos leído y analizado el texto (gracias por 'entretenernos' este fin de semana), la cobertura distrital de la ordenanza no es tan efectiva como ampliarla a toda la provincia de Piura, desde Las Lomas hasta La Unión.
Y en este punto, tengo un argumento de peso: la discoteca que fue cerrada por tener reflectores en la ruta de decolaje de aviones cerca del aeropuerto Concha Iberico.
Varias personas se quejan de criterios subjetivos de acceso al establecimiento, que se ubica en el distrito de Castilla. Si se aprueba la ordenanza tal como está, será imposible procesar una denuncia.
Igual, no será posible actuar en 26 de Octubre (los tres distritos son parte del área metropolitana de Piura), ni Catacaos.
Siguiendo en Castilla, tampoco será posible procesar denuncias contra agroindustriales donde se presiona a los empleados (varones) a tener un trato sexista con las mujeres, rozando peligrosamente en el acoso sexual, que es otro delito.
Aunque la ordenanza sí permitiría actuar en los casinos, que mayormente se hallan en el distrito de Piura. Otro espacio serían las tiendas por departamentos.
Además, darle alcance provincial a la ordenanza permitiría crear el eje antidiscriminación Piura-Sullana, y sería un buen pretexto para presionar a la comuna chirense a que aplique de una vez (¡por Dios!) la OM 013-2008/MPS, que el próximo 16 cumplirá seis años de aprobada.
Con este eje, no habrá otro remedio que todas las provincias aprueben instrumentos similares, y, mejor aún, tener un instrumento integral de alcance regional.
A ver, ¿quién es el primer candidazo o la primera candidaza en, siquiera, incorporarlo en su plan de gobierno? Pero, mejor aún, ¿quién será el primero o la primera en aprobarla y aplicarla?
A propósito, con las multas que establecen las ordenanzas piuranas, hace rato que las municipalidades, como la de Sullana, hubieran incrementado sus recursos propios, porque con cada animalito de la Creación que no evolucionó del siglo XX, casos y sanciones habrían de sobra (discotecas de la avenida José de Lama, radios que las anuncian, promotores de espectáculos, siguen firmas).
De cualquier modo, las ordenanzas antidiscriminación junto con las que promueven la equidad de género, el trato equitativo para personas con habilidades diferentes, las que combaten la trata de personas y el trabajo infantil, y todas las que estimulan los derechos humanos, forman parte de un 'kit' de instrumentos legales que deben mejorar nuestra convivencia y construir una cultura de paz.
Como dije antes, espero un voto unánime en Piura esta tarde. Si se puede, con esa modificación de forma. Si lo hacen, créanme que será un inspirador titular para la mañana del martes, y para el resto de nuestras vidas.
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)