La festividad del Señor Cautivo de Ayabaca, es una de las dos celebraciones religiosas de la región Piura, que concitan veneración y sobre todo peregrinaje. Para el desplazamiento de los fieles, no existe desánimo por la distancia, tampoco por el inclemente sol de la costa o la empinada cordillera o el frío que los recibe en la capital provincial.
“Las promesas al Cautivo se cumplen” expresan convencidos y en realidad, los motivos que los lleva a este desplazamiento son diversas, un milagro concedido, la sanidad de sus males y problemas de salud, la superación frente a las dificultades de negocios, la protección por problemas diversos y muchas más razones, se encuentran como explicación para este esfuerzo físico.
Este Diario se desplazó hacia Paimas, para ver el paso de los peregrinos, no van solos, van en grupos entonando canticos en homenaje al Señor Cautivo de Ayabaca. Paimas es una pequeña ciudad de la costa que marca el inicio de la subida hacia los 2,700 msnm. El rostro de muchos de ellos, muestra ya los efectos de los rayos solares y el cansancio se desvanece porque las fuerzas que los impulsa no es de ellos “es divina”.
En el distrito de Paimas, al ingresar a la ciudad un grupo de ellos, comienzan a rampar, avanzan arrastrándose en el pavimento, en tanto que otros, entonan canciones de alabanza y creadas para alabar al Señor Cautivo de Ayabaca. Lo hacen con la devoción del convencido, con la creencia que ese esfuerzo se redituará con la protección divina, no existen lamentos, al contrario, muchos alabaré, que los impulsa a seguir adelante.
Es la primera parte, en breves horas iniciarán la subida. Seguirán la ruta de la carretera o buscarán atajos que les permita avanzar lo más rápido. La fecha es propicia para avanzar en la cordillera, no solo los recrea el caminar, sino la cordillera con sus empinados caminos y por las divisiones entre cerro y cerro. Los anima y los motiva, la emoción sentida por su visita en otras oportunidades o por los sentimientos que vivirán quienes lo hacen por primera vez.
Ellos deben estar el 12 de octubre, para participar en todas las actividades previstas para el día central.
Por el momento, estos peregrinos se encuentran a mitad de camino y les restan los tramos más difíciles, en estos lugares rampan, oran, luego caminan, cantan, dialogan, se socorren entre sí, en tanto, en cada paso y en cada sudor, esperan encontrarse con la imagen que es su devoción, su protección y que les da fuerza, los estará esperando y esa espera será con el color moreno de su rostro y su mirada piadosa. Para ellos, sorprendente.