Pariñas/Talara (ERP). La protección de niños, niñas y adolecentes es importante y se requiere que se adopten las acciones del caso para hacer efectiva esta prioridad. Llama la atención que se haya incrementado el número de menores de edad en bandas delictivas.
La PNP informó la captura de un menor de apenas 15 años, integrante de una banda delincuencial autodenominada “Los Malditos de Jesús María” del Cono Norte de Talara, en circunstancias que hurtaban rollos de cables de conductores de energía eléctrica de aluminio. El menor delinquía junto a Walter Yhonatan Vite Farías (27).
Este es un caso más que se suma a las cifras de menores han sido detenidos en flagrancia, la mayoría involucrados en robos. Según los informes policiales la detención de adolescentes es un flagelo recurrente y en muchos casos obedece a que algunas organizaciones criminales los usan para cometer delitos.
A decir de algunos efectivos policiales de Talara Alta, hay bandas han empezado a instrumentalizar a los menores para evadir la acción de la justicia, teniendo en cuenta que el tratamiento es diferente al de los adultos y eso contribuye a que aumente la presencia de menores de edad; aunque si los capturan, ellos saben que no tendrán mayores problemas con la justicia.
Consultado el especialista en Salud Mental, Manuel Galán Castillo, en primer lugar sugiere se rescate el respeto a la autoridad representada en la familia, la escuela y la Policía.
“Son varias las causas que llevan a un menor a ser parte de una banda de delincuentes y cometer delitos. Lamentablemente, las autoridades no han atacado a profundidad el consumo de drogas. El entorno de los menores es cada vez más inseguro, pues los consumidores están ubicados cerca de la comunidad, sobre todo de los colegios”, remarca.
Finalmente, agrega que hay una trilogía: jóvenes, droga y violencia. “Tienen de vecinos bandas delincuenciales que poco a poco se acercan a ellos. Les regalan una dosis, luego otra hasta que les generan problemas de adicción. ¿Por qué los jóvenes ceden? Porque sienten cierta afinidad y un respaldo que no hallan ni en su casa ni en su colegio”, advierte Galán Castillo.