ERP/A.Abad. Falta de voluntad política. Problema antiguo que ha pasado por varios gobiernos municipales que no encontraron su solución. Combatidos por las áreas de Fiscalización y Policía Municipal, Serenazgo y Policía Nacional, varias veces expulsados de las veredas, los ambulantes persisten en ofrecer sus mercaderías, como único modo de sobrevivir.
Si bien es cierto que ante el persistente problema de la falta de empleo, el comercio informal y ambulante siempre ha sido el recurso salvavidas de más de uno, también es cierto que si bien tienen derecho a trabajar tendrán que hacerlo cumpliendo con las reglas que impone el Municipio a fin de mantener el orden y el libre tránsito.
En ese sentido, los vecinos muestran su enorme preocupación porque la informalidad crece cada día y hoy abarca casi todos los aspectos de la sociedad talareña. Reclaman que no es posible que los agentes de la subgerencia de Fiscalización de la comuna, no puedan controlar a los comerciantes ambulantes.
Asimismo, sostienen que el Municipio, hoy encabezado por el alcalde José Bolo Bancayán, debe acoger las experiencias de otros municipios en el país (Chiclayo y Trujillo en el norte) en donde el comercio ambulatorio ha sido reubicado en áreas donde pueden vender sus productos, dejando libres las veredas de avenidas y las inmediaciones de los mercados para el libre tránsito de los peatones.
Para ello proponen -por ejemplo- que se tiene que coordinar con la Policía Nacional para que algunos efectivos apoyen al personal de Fiscalización y se establezcan permanentemente en los sectores donde frecuentemente se ubican los comerciantes ambulantes, para evitar que éstos se posesionen de las zonas libres asignadas para el tránsito peatonal. De lo contrario serán batallas perdidas en cada operativo que programe realizar la comuna.
¿Es realmente tan difícil poner mano firme y hacer que los comerciantes obedezcan?, se preguntan innumerables vecinos. Sin embargo, lo cierto es que el Municipio debe habilitar alguna área para que los ambulantes se posesionen y puedan vender sus productos.
“Los talareños estamos cansados de ver que hacen lo que quieren con las calles de la ciudad. Además de encontrarse invadidas, sucias y llenas de huecos. Es evidente que el actual gobierno municipal, tal como sus antecesores, seguirá rebotando en cada operativo hasta que se tomen las decisiones correctas”, coinciden nuestros interlocutores.