ERP. La Dirección Regional de Salud Piura desarrolló una serie de talleres de capacitación al personal de Salud de Castilla, Bajo Piura, Sullana y Piura en temas de nutrición, dentro de las actividades programadas por el proyecto Nutriwawa, y cuyo objetivo de reducir los índices de Desnutrición Crónica infantil (DCI) y anemia en niños menores de tres años de la región Piura.
El taller de fortalecimiento de capacidades estuvo dirigido al personal de CRED, nutricionistas, de promoción de la salud y comunicadores.
La coordinadora del Programa Articulado Nutricional (PAN), Vilma Sulca, señaló que “en la región Piura más de 40 mil niños y niñas tienen anemia, por lo que se debe seguir trabajando en las consejerías dentro de los consultorios y orientar a las madres en el tipo de alimento y consistencia que les deben de dar a sus hijos, para que de esta manera tengamos niños y niñas sanos, felices e inteligentes”.
Por su parte el Lic. Carlos Chávez, del equipo técnico del Programa Articulado Nutricional, explicó la correcta aplicación de la suplementación con multimicronutrientes.
“Los sobrecitos de multimicronutrientres que se entregan gratis a las madres de niños menores de tres años deben suministrarse de manera correcta en dos cucharadas de la comida tibia del niño, para que de esta manera el menor reciba la dosis de hierro, vitamina A y C, zinc, ácido fólico, entre otros elementos que ayudarán que el niño tenga una adecuada alimentación”, explicó.
En el taller de capacitación también estuvo presente la licenciada Marilú Gutiérrez, del equipo técnico del Proyecto Nutriwawa del Ministerio de Salud, quien explicó las estrategias comunicacionales que se vienen trabajando en los 18 establecimientos de la región Piura con mayores índices de desnutrición.
Al personal de dichos establecimientos se les ha repartido módulos para orientación, consejería; de igual modo, sesiones demostrativas a las madres y cuidadoras de niños menores de tres años.
Además se refuerza la lactancia materna exclusiva, alimentación complementaria a partir de los seis meses, adecuada práctica de lavado de manos, indicando su importancia para la prevención de enfermedades.