ERP. La mayoría de cementerios administrados por las sociedades de Beneficencia, se llenaron de basura, durante la “Festividad de Todos los Santos” que es una fecha para evocar y recordar a los familiares y amigos idos y que yacen en un denominado camposanto. El cementerio Metropolitano de Piura y el San José de Sullana, quedaron totalmente inundados de residuos sólidos, descartados por una explosión de “limpiadores”.
En recorrido realizado por El Diario El Regional, se pudo observar la presencia de una gran cantidad de deudos, llevando consigo flores, naturales y también artificiales, que fueron colocadas en los nichos del cementerio. Es menester indicar que las sepulturas ahora se realizan en camposantos públicos y privados, que son los que más han crecido durante los últimos lustros.
La oportunidad fue propicia para identificar algunas expresiones culturales de deudos, quienes rendían homenaje a sus difuntos mediante flores en unos casos, velando en otros, rezando casi siempre y no pocos, pernoctando en el lugar de la sepultura evocando parte de las costumbres del fallecido; las canciones con guitarra y otros artefactos musicales con temas referidos al hecho doloroso de perder a un ser querido o conocido.
Igualmente, los exteriores fueron ocupados de una manera desordenada, donde se ubicaron no solo vendedores de flores, sino igualmente de regalos para niños, niñas, roscas y angelitos que es una tradición e incluso, pudimos encontrar a vendedoras de alimentos ubicados en plena calle adyacente al cementerio.
Es probable que este domingo 3 de noviembre, siga la presencia de deudos, que se acerquen al camposanto para coronar a sus difuntos.
“Qué suciedad, deberían haber contratado a personal para que evite la inmundicia” indicó una persona que para llegar al nicho de su familiar, tuvo que transitar entre los basurales formados por el descarte de flores secas, plásticos y otros, esto sucedido en el Cementerio San José de Sullana, pero que no difiere mucho en otros de la región Piura, donde se mantiene la tradición y costumbre de venerar a sus difuntos.
Lo que llamó la atención es la gran cantidad de adultos, jóvenes e incluso niños, queescalera en mano ofrecían sus servicios de limpieza de nichos.