ERP. Como es de conocimiento, el Papa Emérito, Benedicto XVI, cuyo nombre de pila era Joseph Aloisius Ratzinger, falleció a los 95 años de edad, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. El único expapa vivo, cedió su cargo al argentino Francisco, quien ejerce el máximo cargo del estado del Vaticano, pero también de la Iglesia Católica.
El Arzobispo Metropolitano Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., ha escrito una Carta Pastoral a toda la Iglesia que peregrina por Piura y Tumbes, en la que nos invita a elevar oraciones al Señor para que su hijo Benedicto XVI sea recibido en la asamblea jubilosa del Cielo, de la mano de María Santísima a quien él le profesaba una especial piedad filial. Nuestro Arzobispo nos dice: "Quiero pedirles a todos ustedes que elevemos nuestras oraciones por su eterno descanso, y a los sacerdotes de mi Iglesia particular, los invito a que ofrezcamos la Santa Misa por él. Nuestro querido Papa Emérito ha llegado ya al otro mundo donde, como era su anhelo, le han acogido sus muchos amigos. En Cristo resucitado se ha unido a ellos por toda la eternidad".
En su Carta Pastoral, Monseñor Eguren destaca también que: "Son muchísimas y hermosas las lecciones de vida que Benedicto XVI nos deja. Su vida ejemplar de sacerdote, obispo, cardenal, y de Sumo Pontífice, se caracterizó por un magisterio valiente anunciando la Verdad que reconcilia y salva. Él siempre se definió como un “Colaborador de la Verdad”. ¡Y vaya que lo fue! Ahí está como testimonio su luminoso Magisterio Pontificio y su elocuente “Opera Omnia”, que en 16 volúmenes recoge sus principales escritos y enseñanzas, en los cuales comprobamos su profundo amor por Jesucristo y la Iglesia, su reverente piedad y fervor por la Liturgia y el Ministerio Sacerdotal, así como sus enseñanzas sobre las “realidades últimas”, es decir, sobre el más allá o las postrimerías de la muerte y la vida eterna. Benedicto XVI nos enseñó que la ideología no puede sustituir a la realidad, ni lo políticamente correcto a la Verdad, y que la fe de la Iglesia no es una opinión. Es uno de los más grandes teólogos de nuestros tiempos, que ha formado y seguirá formando a muchas generaciones de teólogos y cristianos".
En otro momento, nuestro Pastor recalcó que: "Debemos destacar su grandeza de espíritu, manifestada en su renuncia al Pontificado, anunciada el 11 de febrero de 2013, y hecha efectiva el 28 de febrero de ese mismo año. A través de ella nos dio a todos una lección de humildad heroica y de gran valor. En el santuario de su conciencia, y de cara a Su Señor, Benedicto XVI vio claramente en aquel momento de su vida, el deber de dimitir a su ministerio petrino, enseñándonos a comprender que el poder es servicio y amor, y que el bien de la Iglesia, y de la humanidad a la cual Ella sirve, está por encima de cualquier otra motivación".