ERP. Tras las denuncias de una presunta víctima de acoso sexual por parte del Gerente General Regional de Piura, de nombre Jesús Torres Saravia, se han dado primero la defensa de un asesor que no es abogado, pero habla de leyes, un grupo de trabajadores que lo respaldan y la versión de quien sería el agresor, el cual esboza argumentos al estilo de Jony Lescano, indicando que un asistente manipuló su celular.
El caso que compromete al principal funcionario de la gestión de Servando García, amerita las investigaciones respectivas, del Ministerio Público y de oficio y de otras instancias como el Centro Emergencia Mujer que debería actuar sin revictimizar a la persona afectada por actos indebidos que muchas veces se cometen en la administración pública y que son soslayados e incluso justificados.
Jesús Torres Saravia acusado de acoso sexual por extrabajadora regional
La increíble justificación de Torres Saravia para explicar el caso, es sorprendente. Dice que uno de sus asistentes manipuló su teléfono móvil; Vigilia Ciudadana considera que es improbable, considerando que una de las conversaciones comprometedores del presunto agresor, se producen en la madrugada a las 3.45 de la mañana.
“Estos son los argumentos que pretende esgrimir un individuo a quien el gobernador Servando García ya tendría que haberlo destituido del cargo y poner el caso en manos de la fiscalía…” indica Gerardo Cabrejo García Cabrejo sobre lo declarado.
Asimismo, se sorprende que la ministra de la Mujer Gloria Montenegro, mantenga silencio frente a este caso presentado en Piura “Si fueran otros personajes, ya estaría figureteando y poniendo mandiles rosados a hombres respetuosos y también a acosadores sexuales; pero no… (…) la ministra Montenegro, no dice nada y no lo dice porque ella es de Alianza para el Progreso, el partido de César Acuña (…)" indica Cabrejo García.
Como sucede siempre en estos casos, la credibilidad de la presunta víctima es subestimada, generalmente se le trata de revictimizar y si los denunciados son personajes con evidente poder, se trata de defenderlo, aunque en realidad, la defensa debería ser directamente del denunciado y no de terceros, como viene sucediendo en este caso, donde han salido como defensores del presunto agresor, el trabajador regional Fernando Cáceres Rosell y el dirigente sindical Orlando Codarlupo.