ERP. La Iglesia realizó la I Jornada Mundial de los Pobres, con la presencia del Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., quien celebró esta importante fecha en la Parroquia Nuestra Señora del Tránsito de Castilla – Piura. Junto con su párroco, el R.P. Pedro Talledo Nizama, la Hna. Carmen Távara Vílchez de las Misioneras Parroquiales del Niño Jesús de Praga y de los miembros de la Pastoral Social de esta comunidad parroquial, quienes acogieron a cerca de 200 hermanos pobres e indigentes para agasajarlos con un rico almuerzo y con diversos regalos y sorpresas.
Entre nuestros hermanos se encontraban familias que viven en extrema pobreza, ancianos que viven en soledad, discapacitados y niños en situación vulnerable. Antes de esta celebración ellos participaron de la Santa Misa que fue presidida por el Padre Párroco.
Monseñor Eguren recorrió cada una de las mesas donde nuestros hermanos fueron ubicados para el almuerzo, y luego de saludar a cada uno de los presentes les entregó como regalo una medallita religiosa bendecida por el Papa Francisco, como signo de la presencia y caridad del Santo Padre para con cada uno de ellos. Asimismo y en compañía del Padre Pedro Talledo, procedieron a repartir los almuerzos y posteriormente comieron con ellos un sustancioso plato de sopa de novios con estofado de gallina y arroz, plato típico piurano de Catacaos (Bajo Piura). El almuerzo fue amenizado con música criolla y al finalizar el mismo se distribuyeron diversos tipos de regalos a mujeres y hombres. A los niños se les obsequió bolsas con golosinas.
Este es sólo un ejemplo de como se ha celebrado en nuestra Arquidiócesis la I Jornada Mundial de los Pobres, ya que en todas las parroquias de Piura y Tumbes se han organizado celebraciones similares y en algunos casos para grupos particulares como son nuestros hermanos migrantes y los niños de condición muy humilde.
De esta manera la Iglesia particular se ha esforzado por responder al pedido del Papa Francisco de “no amar con palabras sino con obras”, porque si bien “la vida es un tesoro precioso, sólo lo descubrimos si lo compartimos con los demás”.
Durante el desarrollo de la actividad en la que participó el Arzobispo, "Los hermanos pobres y excluidos" manifestaron su alegría por descubrirse amados por el Señor a través de sus semejantes. En el breve mensaje que Monseñor José Antonio les dirigió durante la celebración, les dijo a nuestros hermanos: “Ustedes son el tesoro de la Iglesia. Ustedes son los predilectos de Señor. Hoy delante de ustedes nos comprometemos a hacer el esfuerzo de salir de nuestro egoísmo e indiferencia para vivir con ustedes una caridad alegre y dulce, afectuosa y fraterna. Eso sí les pido una cosa el día de hoy: recen siempre por el Papa Francisco y en especial por su próximo viaje al Perú. Recen mucho por él, porque él los lleva siempre a todos ustedes en su corazón de Padre y Pastor”.
