ERP. La Festividad de “Todos los Santos” se recuerda todos los 1 de noviembre de cada año y es una oportunidad para llevar al cementerio local flores, oraciones, velas y otros elementos que les permita evocar al ser querido ya fallecido. Es el caso de los deudos de los cementerios San José de Sullana, el de Talara, Metropolitano y San Teodoro de Piura, el de Castilla y otros que son gestionados por la Beneficencia Pública.
En el caso de Piura, la oportunidad fue propicia para cambiar la puerta de ingreso, el mismo que fue una idea adecuada para evitar la congestión vehicular; sin embargo, no tuvieron la iniciativa de crear las condiciones de iluminación al interior, considerando que muchas familias, mantienen la cultura de pernoctar en el Cementerio para venerar, acompañar y orar por sus difuntos.
Niños aprovecharon su oportunidad para realizar venta de productos
En un recorrido de este medio, en horas de la tarde y la noche en el cementerio Metropolitano, se pudo constatar esta deficiencia que fue observada por los propios familiares, quienes se sintieron incómodos con esta situación. Los focos que se ponen en las tumbas facilitaron en algo la falta de iluminación, pero aún con esta particularidad fue insuficiente.
Los camposantos lucieron concurridos no solo por el público sino por los vendedores de todo tipo de artículos, desde flores, globos, tarjetas, adornos para los nichos, hasta gorros, zapatos, juegos para niños y todo lo imaginable. Era común observar a menores de edad, con sus escaleras o vendiendo productos al interior y exterior del cementerio Metropolitano de Piura.
El apoyo con escaleras permitió que varios familiares suban hacia los últimos niveles de los nichos
Otros aprovecharon la oferta de comida en los cementerios para almorzar y pasar el día en esos lugares, en una fecha en la que el dolor y la congoja por haber perdido a sus familiares cedieron el paso a los recuerdos con alegría y esperanza. Sin duda, el dolor de su momento es reemplazado por la evocación positiva de las anécdotas y hechos de vida cuando estuvieron en esta tierra.
Los cementerios fueron este primero y seguirán este 2 de noviembre siendo los lugares donde los más queridos recuerdos salieron a flor de piel, donde la nostalgia se hizo más viva, donde el amor por los que ya se fueron se hizo más evidente que nunca. En algunos cementerios las expresiones culturales son más vívidas, como en el caso de algunos camposantos, donde los familiares entonan canciones, comparten con el alma del difunto tortas e incluso beben cerveza en señal de recordación.
Muchos deudos aprovecharon para colocar focos en cada nicho
La Festividad se cumple entre los días 1 y 2 de noviembre. En 2003 fue reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, además de ser una festividad considerada en el santoral de la Iglesia Católica, además de ser un acto netamente humano para evocar mediante diversas manifestaciones a las personas que fallecieron o por causas naturales o por situaciones diversas.
Piuranos concurrieron a cementerios con flores, velas y oraciones en “Día de Todos los Santos” https://t.co/8AMBmqyVVN pic.twitter.com/EfkhSVlJPW
— Andrés Vera Córdova (@andresveracordo) 2 de noviembre de 2017