ERP. Piura es la tierra de nacimiento del máximo héroe que ha tenido el país don Miguel Grau Seminario y la conmemoración de su máxima gesta se recuerda el 8 de octubre de cada año, donde la Marina de Guerra del Perú y otras autoridades civiles y militares se encargan de detallar los valores patrióticos que lo llevaron a la inmolación. Él falleció en el Combate de Angamos y a partir de ese momento su nombre asumió grandeza.
“Cada 8 de octubre nos convoca el deber de honrar al Gran Almirante del Perú y Peruano del Milenio, don Miguel Grau Seminario. Los piuranos lo hacemos en esta honorable plaza de nuestra ciudad de San Miguel de Piura que lleva su nombre y ostenta su egregia figura. Ciento treinta y ocho después de su inmolación en el glorioso combate naval de Punta Angamos, don Miguel Grau sigue asombrando a propio y extraños con su gallardía, caballerosidad y heroicidad. La heroicidad, junto con la santidad, nunca pasan de moda porque siempre apelan a lo más hondo del ser humano: a su nobleza, a su grandeza, a su capacidad de superación y de realización a través de la entrega y del amor, indicó en su alegoría monseñor José Antonio Eguren Anselmi.
Al igual que la gesta de don Miguel Grau Seminario, también se rindió homenaje a la Marina de Guerra por celebrarse el 196° aniversario de su creación. En el Combate de Angamos se vivieron las mejores tradiciones navales como la defensa de la Patria hasta la entrega de la propia vida, la dignidad, la caballerosidad, la hombría, la destreza marinera, el trabajo en conjunto y el cumplimiento íntegro del deber.
Monseñor Eguren realizó un análisis de lo acontecido en el Combate de Angamos indicado que “Si algo nos llevó a la derrota en la Guerra del Pacífico fue nuestra desunión. La guerra se perdió lamentablemente porque el Perú era en aquel entonces un país dividido, con políticos que en esa época buscaban su beneficio personal. Grau y sus hombres nos demandan en este momento de nuestra historia, apenas a cuatro años del Bicentenario de nuestra Independencia, más unidad y sobre todo poner al Perú y al bien común por encima de cualquier otra consideración”.
La ceremonia se realizó en el monumento a Miguel Grau que se ubica en la calle del mismo nombre en la ciudad de Piura, con la presencia de las autoridades regionales y municipales de la localidad.
En ella monseñor pidió que “nuestro querido Almirante un regalo muy especial que en este año 2017 en que celebramos el IV Centenario del fallecimiento e ingreso a la gloria de Santa Rosa de Lima, cobra un singular sentido y valor. Me refiero a una imagen de nuestra Santa Peruana que tuvo a bien regalarle con la siguiente dedicatoria de puño y letra en su reverso, y que fue entronizada por el Almirante Grau en su camarote, imagen que también recibiera varios impactos de metralla y bala durante la contienda: “Miguel: que esta Santita nuestra te acompañe y si no te regresa con vida que te traiga lleno de gloria”.