Piura. Con ocasión de la Gran Marcha y Festival por la Vida de Piura, la cual tendrá lugar el día de mañana por la tarde en las principales calles de nuestra ciudad, nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, por intermedio de la Nunciatura Apostólica en el Perú, envío un cálido y bello mensaje así como su Bendición Apostólica a todos los participantes de este multitudinario evento y a todas las familias de nuestra Arquidiócesis, que con su presencia afirmarán su posición en favor de la defensa y protección de la Vida del Niño por Nacer.
En su mensaje nuestro Santo Padre exhorta a los piuranos y tumbesinos a "dirigir sus ojos al Señor y a poner en Él su corazón, como fuente de la vida y de la esperanza, para que, sostenidos y fortalecidos con su gracia, trabajen sin desfallecer a favor de las personas más inocentes, que son las concebidas y no nacidas todavía, pues necesitan protección, ayuda y ternura".
A continuación compartimos el mensaje del Papa Francisco:
Excelencia Reverendísima,
Me complace en transmitirle el siguiente mensaje de Su Santidad el Papa Francisco:
Con motivo de la VII marcha y festival por la vida, que tendrá lugar bajo el lema «Mi vida en tus manos», su Santidad el Papa Francisco saluda cordialmente a vuestra excelencia y a cuantos participan en tan hermosa iniciativa, y los invita a dirigir sus ojos al Señor y a poner en él su corazón, como fuente de la vida y de la esperanza, para que, sostenidos y fortalecidos con su gracia, trabajen sin desfallecer a favor de las personas más inocentes, que son las concebidas y no nacidas todavía, pues necesitan protección, ayuda y ternura.
Asimismo, el Santo Padre alienta a todas las familias a ser santuario de la vida, acogiéndola con respeto desde el primer momento y acompañándola con amor hasta su ocaso natural, así como escuela de virtudes y ejemplo consumado de convivencia armónica, serena y constructiva. Que nadie se canse de procurar que todos los hogares sean un ámbito de paz y comprensión recíproca, sin olvidar nunca que es en su seno donde se aprenden aquellos valores que dignifican a los hombres y engrandecen a los pueblos, valores que nunca caducan y que encuentran su plenitud en Jesucristo, luz de las naciones.
Con estos sentimientos, el Sumo Pontífice pide que recen por él y los frutos de su ministerio como sucesor de Pedro y, mientras invoca sobre los hijos de esas hermosas tierras la constante protección de María Santísima, nuestra madre del cielo, les imparte con afecto la implorada bendición apostólica, que extiende complacido a los sacerdotes, comunidades religiosas, seminaristas y fieles laicos de esa iglesia particular de Piura.
Cardenal Piero Parolin
Secretario de Estado de Su Santidad
Me valgo de esta ocasión para saludarle cordialmente en el Señor.
+ Monseñor James P. Green
Nuncio Apostólico