ERP. En los últimos años hemos visto cómo la campaña de Navidad se inicia más temprano cada año, debido, principalmente, a la competencia de los principales minoristas en nuestro país, quienes gestionan los envíos del intercambio comercial de productos navideños desde agosto a noviembre. Estos productos son diversos y de atractivos sugerentes.
En base al estudio de Arellano Marketing, el hecho de que los consumidores compren con mayor anticipación sus regalos de Navidad explica que los puntos de venta adelanten cada vez más sus pedidos. Asimismo, este mismo informe, indica que el 44% de los peruanos aprovechan las ofertas y compran antes del mes de diciembre.
Según cifras de Aduanas-Sunat, el 98% de los artículos navideños que se consumen en el mercado peruano son fabricados en China. Asimismo, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), China encabezó las exportaciones de productos de Navidad en el mundo el año pasado, con ventas que equivalieron al 74.9% del total del planeta.
“Este año, el gigante asiático es, nuevamente, el principal proveedor de artículos para celebrar la Navidad, principalmente de adornos, árboles y luces navideñas. Asimismo, la demanda de ropa, juguetes, accesorios y línea blanca también ha tenido un importante desempeño respecto de las importaciones en esta época del año”, comentó Diego Blotte, Country Manager de Maersk Perú. Este aumento no solo se refleja en valor, sino también en unidades adquiridas.
Para responder a las necesidades de los protagonistas del intercambio comercial en una punta y otra, y hacer que cada uno de ellos sea más competitivo, el foco de la industria naviera (que mueve más del 80% de los productos en todo el mundo) es “lograr que los envíos salgan y lleguen a tiempo, de forma que los exportadores e importadores optimicen sus cadenas de abastecimiento y tengan los productos listos para la venta”, destacó Blotte.
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Además de artículos para el decorado navideño y de los tradicionales regalos, uno de los rubros interesantes de importación por Navidad y Año Nuevo lo conforman los licores. Este repunte se evidencia principalmente entre noviembre y diciembre por la demanda de distribuidores y supermercados. En Perú, donde el pisco es el rey de los destilados, el consumo de whisky, vodka y ron ganan terreno, especialmente en el segmento premium, a lo cual se suman el champagne, espumante y vino por las celebraciones de fin de año.