ERP. La Contraloría General detectó que el Programa de Salud Materno Neonatal del hospital regional José Alfredo Mendoza Olavarría, JAMO II-2, carece de insumos, materiales, reactivos y personal, lo que se refleja en la inadecuada atención del servicio, ya que en lo que va del año 2024 nueve recién nacidos fallecieron.
El informe N.º 027-2024-OCI/6010-SCC reveló que el tópico ginecológico del nosocomio no tiene guantes quirúrgicos ni esparadrapos, entre otros materiales usados en procedimientos médicos, las camillas están en mal estado y los monitores fetales y multiparámetros se encuentran inoperativos. Asimismo, el cuarto de hospitalización tiene las paredes cuarteadas y llenas de sarro, las camas oxidadas, los cables expuestos, techos en mal estado, etc.
El ambiente de emergencia obstétrica está hacinado, su ecógrafo emite imágenes distorsionadas, no se escuchan los latidos del bebé ni permite observar la ubicación de la placenta o cantidad del líquido, tampoco funciona el contador de latidos, entre otras falencias.
Además, la unidad de vigilancia y monitoreo fetal tiene el lavatorio sucio del cual emana mal olor, hay un solo monitor multiparámetros, la silla de ruedas está inoperativa, entre otros. En el centro obstétrico – sala de operaciones se detectó que no hay camas de partos, la sala de estimulación está mal ubicada, etc.
En neonatología se halló que el servicio de atención inmediata del recién nacido tiene inoperativas cinco incubadoras, un balón de oxígeno movible, un oxímetro y un aspirador de secreción, pese a ser equipos básicos y necesarios. Además, solo cuentan con tres cunas de recién nacidos para 237 mil habitantes en Tumbes, donde cada año se registra más de 5 mil embarazos.
En la unidad de cuidados intermedios solo hay siete cunas, una incubadora operativa, tres manómetros, una tina y un lavador, cantidades insuficientes para el número de niños que se atienden. Tampoco hay oxímetros, pulso oxímetro, CPPP (para dificultades respiratorias), ropa hospitalaria consistente en sábanas, pañales, batas, entre otros materiales.
En el área de cuidados intensivos hay tres incubadoras donadas que funcionan solo con oxígeno y dos del hospital que no operan adecuadamente. Tampoco hay catéteres umbilicales, balanza, ni placas radiográficas porque el equipo de rayos X está malogrado y los manómetros se encuentran inoperativos. Sumado a ello, no se entrega alimentación o dietas a las madres, quienes deben salir fuera del hospital para comprarlas.
Cabe destacar que ambas áreas han presentado 21 requerimientos en el 2024, los cuales no han sido atendidos por el hospital. Adicionalmente, un aspecto sumamente relevante es la falta médicos neonatólogos, quienes atienden a los bebés prematuros o recién nacidos con afecciones complejas. En lo que va del año, 783 partos tuvieron complicaciones.
Auditores del OCI del hospital JAMO identificaron, además, la adquisición de bienes para otros programas con presupuesto de materno neonatal; sin embargo, se desconoce la distribución final, ya que al 12 de setiembre el gasto de dicho programa asciende a más de S/391 mil. Cabe resaltar que la coordinadora de neonatología manifestó que durante el año no han recibido bienes, pese a solicitarlos y a sus múltiples carencias, lo que pone en riesgo el cumplimiento de metas y afecta la eficiencia del gasto y funcionamiento de la administración pública en el único hospital regional de Tumbes.