ERP. El servicio alimentario escolar del Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma para 42 643 niñas y niños en Tumbes se continúa brindando de modo ininterrumpido en los 13 distritos de la región fronteriza. De igual forma la promoción de buenas prácticas alimentarias está garantizada con la sensibilización que, de modo presencial, brindan las y los monitores de gestión local, especialmente en aquellas comunidades donde no hay conectividad de internet, pero si abunda el calor humano para compartir la información de recetas que se pueden elaborar con la variedad de productos entregados para los desayunos escolares.
La monitora de gestión local de Qali Warma, Lorena De Lama Álvarez, expresa que desde que comenzó la pandemia, no solo se sintió la brecha de conectividad en comunidades rurales y otras ubicadas en línea de frontera, sino que enfrentó dificultades al momento de movilizarse para supervisar la entrega de alimentos que efectúan los 364 Comités de Alimentación Escolar (CAE) a los padres de familia de los 42 643 escolares de las instituciones educativas públicas.
De ese modo, la política de articulación y cogestión que practica Qali Warma, los ha llevado a coordinar con sus aliados, las tenencias de Gobernación, para caminar juntos y llegar a zonas distantes, donde es preciso enseñar los protocolos de buenas prácticas alimentarias, que van desde el lavado de manos, almacenaje de alimentos y preparación de los mismos y transmitir la variedad de recetas, que logren brindar a los escolares desayunos exquisitos y nutritivos.
A la monitora de gestión local, Anita Ramírez, quien en el distrito de Casitas debe monitorear a más de 80 II. EE., durante su recorrido de supervisión no la frenan ni siquiera la activación de quebradas y más allá de la sensibilización que brinda a los integrantes de CAE y padres de familia con las tele sesiones, entre otras herramientas, también debe llegar de modo presencial y hacer docencia de los estilos saludables de mejores prácticas alimentarias, con iniciativas que toman muy en cuenta las costumbres alimentarias locales.
Por su parte, John Balladares tiene más de 60 II. EE a su cargo. Una de las escuelas más distantes a monitorear está en el centro poblado de Capitán Hoyle, donde solo una quebrada llamada Cazaderos, lo separa con Ecuador. John, al provenir de un centro poblado rural llamado Vaquerías, es un conocedor del gusto regional y la pertinencia cultural, por eso los informa en la variedad de potajes a preparar con los 16 alimentos que a lo largo del año entrega Qali Warma.
Los monitores de gestión local afrontan todos los desafíos que ha traído la pandemia por la COVID-19, para que la entrega directa de los comestibles se realice con todos los protocolos de bioseguridad y que además se complementen con las cosechas de los huertos, que antes tenían en las escuelas y ahora han trasladado a sus hogares.
Qali Warma brinda un buen servicio alimentario escolar, que coadyuva al proceso de aprendizaje, generando concentración y disminuyendo la deserción escolar en el marco de esta pandemia. Si la COVID-19 colocó, de modo repentino, a miles de familias en situación de vulnerabilidad, Qali Warma ha garantizado la continuidad del servicio alimentario escolar, con esos pasos adicionales que dan sus monitores de gestión local para superar las diversas dificultades. Ellos llegan en moto, en animales de carga o caminando, pero se aseguran de supervisar a los 364 Comités de Alimentación Escolar y sensibilizar a los padres de familia de 42 643 escolares.