ERP. Decenas de rescatistas y voluntarios se unieron el domingo 11 de febrero para recorrer las montañas del Cusco y seguir palmo a palmo el Río Vilcanota, donde los presuntos delincuentes habrían arrojado el cuerpo de Nathaly Salazar Ayala, joven española- ecuatoriana, que tuvo el infortunio de fallecer en circunstancias no esclarecidas en su deseo de conocer las riquezas turísticas del Ecuador y posteriormente del Perú, donde habría fallecido.
Los padres de Nathaly, Marcelo y Alexandra se encuentran en el Cusco y encabezaron la búsqueda. Ellos creen que el cuerpo podría estar enterrado en algún lugar; no creen en las declaraciones de los presuntos delincuentes y consideran que han mentido. Para los dos detenidos, ella murió en un accidente y de la manera más increíble, dicen que decidieron arrojarla al río, aunque sus argumentos son contradictorios.
Ninguna evidencia en tierra y río de cuerpo de Nathaly Salazar
Luzgardo Pillco y Jainor Huillca, se encuentran con prisión preventiva y se han declarado culpables solo de haberla arrojado al río Vilcanota. Evidentemente, la estratagema buscaría lograr a una conclusión fiscal que los podría llevar menos tiempo en la cárcel; en tanto, de encontrar el cuerpo se definirían con claridad las causas reales de la muerte de la joven española-ecuatoriana.
Generalmente, de acuerdo a la versión de los pobladores de la zona, un cuerpo que fallece en el río, termina anclado en la malla de la hidroeléctrica de Machu Picchu; esta realidad no ha sucedido, situación que hace deducir que el cuerpo no fue arrojado como se dice y que al contrario, debido a los días desde la desaparición hasta la detención de los presuntos autores, habrían tenido tiempo suficiente para borrar todas las pruebas y evidencias.
“Lo del río realmente se ha descartado, ya que han encontrado otros cuerpos y el cuerpo de mi hermana no está ni en la malla de la hidroeléctrica Machu Picchu” indica Tamara Salazar con la propia pena que la aflige, al mismo tiempo que confirma que sus padres Marcelo y Alexandra se quedarán en el Cusco para seguir con la búsqueda.
“Existen alta probabilidad que el cuerpo esté enterrado y por eso la búsqueda se ha centrado en tierra” explica Tamara. De igual manera, hace un llamado a los pobladores de la zona, por donde pasó la desaparecida para que proporcionen información y pueda contribuir a encontrar el cuerpo de Nathaly.
En tanto que la búsqueda es una odisea sin indicios conocidos, el amor de padre y el amor de madre no quieren que el cuerpo de su hija quede en un lugar desconocido y por lo tanto Marcelo y Alexandra “Agotarán todas las posibilidades, antes de irse de Perú”; seguirán con el apoyo de la Policía Nacional del Perú y grupos de voluntarios, recorriendo el territorio que siguió Nathaly y recogiendo testimonios. Es posible, todo es posible, cuando el desánimo no llega.
Diario El Regional de Piura