ERP. Minedu cuenta con biblioteca, aula tecnológica especializada y promueve la producción de materiales para alumnos invidentes. Renzo Revilla Rodríguez (29), un joven que desde los 17 años padece del congénito mal denominado neuropatía óptica hereditaria de Leber (LHON) y que hoy es considerado legalmente invidente, tuvo que cambiar sus estilos de vida, aprender braille y otros sistemas computarizados para sobreponerse a la dura prueba que truncó sus aspiraciones de convertirse en futbolista profesional.
De entrenar junto a los noveles futbolistas de aquel entonces como Luis Advíncula y Carlos Cáceda, durante los primeros meses del 2008, y formar parte de las divisiones menores de los clubes Alianza Atlético de Sullana y Universitario de Deportes, pasó a visitar muchas clínicas oftalmológicas donde incesantemente buscó un tratamiento para evitar la pérdida de la visión.
‘Fue muy duro aceptar que me estaba quedando ciego y que perdería todo lo que había conseguido hasta ese momento, sentí cómo que me apagaban la luz de la habitación de un momento a otro y no había solución’, recuerda.
Luego de asimilar el problema decidió estudiar Derecho y Ciencias Políticas en una reconocida universidad que le brindó todas las facilidades para utilizar la tecnología y enfrentar su discapacidad visual. Años más tarde, consiguió una beca para estudiar Administración Pública en la universidad Central de Florida en Orlando, Estados Unidos.
Revilla, quien se desempeña como especialista de adaptación de instrumentos educativos para docentes con discapacidad en la Dirección de Evaluación Docente del Ministerio de Educación (Minedu), busca desarrollar alternativas orientadas a los maestros con discapacidad visual que enseñan en los centros formativos de Educación Básica Regular, Básica Especial, Básica Alternativa y Técnico Productiva del país.
Junto a más de un millón de peruanos que presentan dificultad visual o ceguera permanente, hoy recuerda el Día Mundial del Braille, el sistema de lectura y escritura convertida en la principal herramienta que permite alfabetizar, mejorar la educación y buscar la inclusión social de personas invidentes.
Cabe señalar que hasta el momento, se encuentran incluidos en el sistema educativo nacional 910 estudiantes con discapacidad visual, ceguera y sordoceguera en los diferentes niveles formativos.
Los esfuerzos del Minedu
En nuestro país, el Ministerio de Educación a traavés del Centro Nacional de Recursos de Educación Básica Especial (Cenarebe), dispone de una biblioteca accesible y aulas tecnológicas especializadas (ATE) para atender las necesidades de información de las personas en condición de discapacidad visual (ceguera y sordoceguera).
También promueve la producción de materiales educativos en formato accesible, textos en sistema braille y audiolibros, así como la generación de prototipos, elaborados para estudiantes en condición de discapacidad sensorial, intelectual, motora y trastorno del espectro autista, según informa Alberto Cajahuanca Murguia, coordinador encargado del Cenarebe.
De esta manera el Minedu enfoca sus esfuerzos en desarrollar textos escolares traducidos al sistema Braille que se basa en una serie de puntos en alto relieve (código táctil) y representan letras, signos de puntuación, números, grafía científica, símbolos matemáticos y musicales.
El Enfoque Inclusivo o de Atención a la Diversidad que promueve el Currículo Nacional, otorga importancia al enfoque del diseño universal y pretende atender a todos los estudiantes, respetando el estilo de aprendizaje y condiciones particulares desde su individualidad, el ámbito social y el contexto donde se desenvuelven.
El Minedu ayer recuerdó esta fecha de celebración que se instauró en el 2000 cuando la Unión Mundial de Ciegos estableció el día de nacimiento del creador del sistema táctil Louis Braille (4 de enero de 1809) como el hito conmemorativo para recordar el invento que revolucionó el sistema de enseñanza dirigida a personas con discapacidad visual.