ERP. Han pasado 27 años desde la captura del peor genocida de la historia peruana. La captura de Abimael Guzmán, así como de la cúpula subversiva, un 12 de setiembre de 1992, fue una estocada al corazón de Sendero Luminoso porque le quitó a esta organización terrorista “la direccionalidad política y la iniciativa de lucha” contra del Estado peruano, destacó el ministro del Interior, Carlos Morán.
Guzmán Reynoso, es responsable de miles de muertos tras liderar el grupo terrorista Sendero Luminoso. Actualmente purga condena en la Base Naval del Callao y desde su captura, amainaron los atentados terroristas, los cuales causaron terror por más de una década a la nación peruana. Aún pese al tiempo transcurrido, se le viene juzgando en procesos penales que solo significan incorporar a su condición de cadena perpetua.
El Ministro del Interior Carlos Morán, en declaraciones a la prensa, explicó que el “descabezamiento de Sendero Luminoso”, producto de la captura de Guzmán, un día como hoy hace 27 años, no tuvo parangón en la historia de la lucha contra el terrorismo a nivel mundial.
“La captura de (Abimael) Guzmán representó una inflexión en la lucha contra el terrorismo, porque por primera vez en el mundo era capturado el cabecilla de una organización terrorista vigente, junto a su cúpula dirigencial. Prácticamente, fue una estocada al corazón de la organización terrorista”, manifestó.
Morán, quien en 1992 integró el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), encargado de la llamada “Operación Victoria”, señaló que, con la detención de Abimael Guzmán, Sendero Luminoso perdió el planeamiento y la continuación de las operaciones terroristas a nivel nacional.
“Esto (la captura) se dio en el mejor momento en que, según ellos, estaban desarrollando sus acciones contra el país, significó que, a partir de esa fecha, progresivamente la organización terrorista entrara en un declive operacional”, aseguró.
El titular del Interior agregó que posteriormente, algunos seguidores se plegaron a la posición de un acuerdo de paz, como el caso del camarada “Artemio” (Florindo Flores Hala); mientras que por el otro estaba “Feliciano” (Óscar Ramírez Durand), que seguían con la intención de seguir con las acciones terroristas.
Asimismo, explicó que la captura de Guzmán también fue importante porque este cabecilla personificaba todo en Sendero Luminoso: era presidente del Comité Central y del Buró Político, entre otros cargos, y “todo proceso o acción pasaba por él”.
“Era él quien personificaba toda la organización partidaria, el culto a la personalidad era muy fuerte en Sendero Luminoso y encarcelar al ‘Pensamiento Gonzalo’ significó que los demás, el resto de la organización, perdiera el rumbo y el direccionamiento”, precisó.