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Venezolanos piden democracia y libertad en las calles de su país y califican de írrita presidencia de Maduro

América Latina
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ERP. Nicolás Maduro es rechazado en su país y los venezolanos no aceptan que haya asumido otro mandato como presidente de la República. Ha doblegado a los principales líderes, algunos de ellos en prisión y otros con sus libertades restringidas, en tanto que la crisis económica ha quitado oportunidades a la mayor parte de su población quienes se han visto obligados a emigrar a países vecinos.

Sin embargo, el miércoles 23 de enero, la población perdió el miedo, retó las poses dictatoriales de Nicolás Maduro y salió a las calles para exigir democracia y libertad; todos ellos, liderados por Juan Guaidó, quien se ha erigido como el “presidente encargado” de Venezuela, en su calidad de parlamentario y presidente de la Asamblea Nacional.

Protesta venezolana | Fotografías twitter de Juan GuaidóProtesta venezolana | Fotografías twitter de Juan Guaidó

No es la primera vez que salen a las calles, antes hicieron lo mismo y tuvieron un régimen fuerte, infractor de los derechos humanos, perseguidor de sus enemigos políticos; y, sancionador de todo atisbo que hubiera implicado poner en riesgo la continuidad de Maduro. Es así, que con captura y puesta en prisión de los líderes que diferían del gobierno de turno, se quedaron solos en las elecciones generales.

Miles de personas participan en manifestaciones masivas contra el gobierno de Maduro. En la oposición esperan que este 23 de enero de 2019, día que celebraba 61 años de la caída del régimen militar de Marcos Pérez Jiménez, sea recordado como el inicio de una transición, han recibido el respaldo de varias naciones, en tanto que Nicolás Maduro se queda con el respaldo de pocos países.

Las protestas de antes han sido cruentas y dejaron decenas de muertos; en esta oportunidad pese a todo, la crispación no ha llevado a pérdidas de vidas humanas, aunque se insinúa que podría haberse presentado.

En esta oportunidad, el conflicto en las calles y su relacionamiento con el gobierno de Maduro es diferente. Venezuela ya no soporta más y quiere democracia, aunque los gobiernistas clamen que viven en una de ella; lo cierto que las libertades ciudadanas han sido conculcadas y las instituciones han sido prácticamente monopolizadas.

La presencia del presidente de la Asamblea Nacional (AN) Juan Guaido, es un grito de coraje y de valentía; el pueblo así lo ha entendido y la masiva presencia en las calles es la mejor respuesta al miedo y al temor; en tanto, que el régimen de Maduro se mantiene reacio a entender que el nuevo mandato no ha sido reconocido y que el contrario existe un “Presidente encargado”.

Las particularidades en esta protesta tiene que ver con el apoyo de la la comunidad internacional está más involucrada en la disputa: no solo desconoce a Maduro como presidente, sino que reconoce a Guaidó como jefe del Ejecutivo; bajo el supuesto que el gobierno de Maduro es írrito y que por lo tanto no es legítimo.

Estados Unidos, Francia, Colombia y una decena de otros países apoyaron el miércoles la juramentación del opositor, miembro de Voluntad Popular (VP), un partido siempre cercano a Washington que fundó el encarcelado Leopoldo López, quien se encuentra con arresto domiciliario e impedido de salir a las calles a sumarse en la protesta de los venezolanos.

Maduro juramentó el 10 de enero último, inaugurando su segundo mandato después de haber sido elegido, en mayo, en unos cuestionados comicios con alta abstención de votantes, sin la participación y el reconocimiento de la oposición ni la comunidad internacional, aspecto que le permitió alzarse con el triunfo; sin rival y sin oposición le fue fácil obtener un triunfo pírrico que ahora se lo desconocen.

Juan Guaidó anunció que asume la presidencia temporal de Venezuela para lograr un gobierno de transición y convocar a elecciones. La tarea que emprende es titánica, le podría esperar la cárcel, el asilo e incluso la vida. Guaidó pasó de ser un parlamentario desconocido a las primeras planas de un país que lucha para salir de la difícil situación en la cual se encuentra.

En tanto esto sucede; miles de venezolanos se encuentran fueran de su país, en precarias condiciones sociales y económicas, que no se merecen estar en esta situación. Los que aún no salen de su país, buscan en las calles la institucionalidad pérdida, la democracia infringida y sobre todo el retorno de una democracia real que les devuelva oportunidades para todos.

La continuidad de Nicolás Maduro o su defenestración dependerá del pueblo de Venezuela, de la Asamblea Nacional, del Presidente Juan Guaidó quien se ha declarado "Presidente encargado" y de la Comunidad Internacional. 

Diario El Regional de Piura
 

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