ERP. Pese a ser la ciudad más antigua del país, la Villa San Miguel de Tangarará carece de uno de los más elementales servicios como el agua potable. Sus pobladores, sólo la reciben cada diez días y por contadas horas, ante la indiferencia de las autoridades locales y regionales.
Tangarará cumple hoy 483 años de fundación española, pero al parecer sus polvorientas calles se quedaron en 1532, el atraso se percibe en cada uno de sus rincones sin que ningún alcalde o gobernador regional haya podido gestionar una mejor calidad de vida para sus pobladores.
“Además del problema de las vías de acceso a la ciudad, está el problema del agua y alcantarillado, donde tenemos que recoger agua cada una o dos semanas que llega. No tenemos servicio de alcantarillado y la mayoría sigue utilizando letrinas”, manifestó el dirigente Juan Nizama Urbina.
Para el historiador Eleodoro Terán, el aspecto urbanístico actual de Tangarará no justifica los 483 años de fundación. “Solo basta mirar a San Miguel de Tangarará para darse cuenta que los años no han pasado por el pueblo”, señaló.