ERP. Los gobiernos regionales y entre ellos el de la Región Piura, ingresan a su sexto mandato consecutivo. Desde el año 2002, el Estado peruano, decidió crear estas instancias subnacionales, con el firme propósito de establecer un proceso de descentralización irreversible, trasladando hacia las provincias, la capacidad de gobernarse con autonomía administrativa, económica y política.
Las máximas autoridades adoptaron primero el nombre de presidente regional y después se cambió la denominación para convertirse en gobernadores regionales. Se sucedieron en el tiempo César Trelles Lara (2003-2010); Javier Atkins Lerggios (2011-2014); Reynaldo Hilbck Guzmán (2015-2018); Servando García Correa (2019-2022). El nuevo mandato será asumido por el abogado Luis Neyra León.
Si bien es cierto que existe una supremacía del nivel central, el cual sigue interviniendo en las regiones, obviando la autonomía regional; este tipo de anacrónica relación ha permitido avanzar en algo de infraestructura. Por ejemplo, durante este proceso, se logró la Autopista del Sol, que mejoró la transitabilidad, se realizaron obras de arte en la vía Piura-Lambayeque; se logró presupuesto para obras en la sierra y también en la costa.
Sin embargo, el Niño Costero primero y la pandemia después, demostró que la región Piura, tiene brechas irresolutas que es necesario contemplar, sumando la acción de los tres niveles de gobierno, pero sobre todo el Regional. Es necesario tener en cuenta estas prioridades, para dirigir todas las acciones que permitan tener una región que aprovecha sus recursos naturales y culturales, pero que piensa en el futuro, creando las condiciones de sostenibilidad.
En tal sentido, mencionaremos algunos aspectos que nos parecen importantes a tener en cuenta y que se deben resolver en los próximos años.
Seguridad frente a eventos climáticos atípicos
Un asunto de mucha prioridad, es garantizar la seguridad de la población de costa y sierra frente a eventos climáticos como el Fenómeno El Niño. La tragedia de algunos años y sobre todo el del 2017 no puede repetirse, para eso se requiere evitar que el caudal del río Piura se colmate y las aguas de lluvia se desborden. Se ha realizado un plan de gestión de la cuenca, pero solo se encuentra como tal. Se requiere transformar en realidad lo planificado.
En este contexto, el riesgo de Piura y sus otras provincias, supera el desborde del río Piura y se centra en las ciudades, las cuales han sido ubicadas sin los criterios técnicos de planificación. Ubicadas en hondonadas, sin pendiente y lugares de evacuación pluvial pertinentes, se encuentran expuestas a desastres naturales. Piura, Sullana, Talara, Paita, Chulucanas, Sechura, tienen el mismo nivel de vulnerabilidad. Los drenajes pluviales son urgentes.
El proyecto hidroenergético del Alto Piura
El trasvase de las aguas del río Huancabamba hacia la zona de la costa de Piura, intentó hacerse realidad; sin embargo, la irresponsabilidad contractual y el bajo nivel de control de las autoridades del momento, llevó a la interrupción de su ejecución. Durante los últimos 4 años, no pudo avanzarse, pese al ofrecimiento del Gobernador por reiniciar las obras. En los siguientes se hace indispensable este proyecto como garantía hídrica a favor de la agricultura.
Sistema sanitario y una red asistencial funcional
La pandemia mostró a la región Piura en todas sus carencias. La segunda ciudad en población, tiene brechas que la hacen dispar. Las redes asistenciales que en teoría se encuentran bien ordenadas, se encuentran afectadas por una deficiente infraestructura, un bajo nivel de equipamiento, recursos humanos limitados y una deficiente articulación entre sí, que otorgue solución a los problemas de la población.
Es mejorar las redes de salud, pero al mismo tiempo es complementar el déficit de infraestructura, equipamiento y recursos humanos. En esta lógica, se enmarcan los establecimientos de salud estratégicos, que en parte se encuentran paralizados y pensar en el hospital de alta complejidad, el mismo que es gestionado por la sociedad civil organizada, como respuesta a la inacción pública.
Actualmente, piuranos y piuranas, tienen que trasladarse hacia Lambayeque para resolver temas sanitarios mucho más complejos. Por fortuna, EsSalud viene licitando la construcción de un hospital de mayor complejidad para mejorar los servicios de sus asegurados; solo resta, hacer realidad el que corresponde a las competencias regionales. Optimizar el funcionamiento de la red, hospitales de alta complejidad, debe ser un objetivo a no obviar.
Escuelas y telecomunicaciones
Si se tiene en consideración los indicadores de las instituciones educativas, existen brechas que es necesario seguir superando. Se trata de infraestructura, de equipamiento y sobre todo de docentes suficientes y preparados para la mejora de la enseñanza- aprendizaje. Obedecer los esquemas centralistas no hacen nada bien, a regiones que deben fortalecer su diversificación curricular.
En esta parte se tiene como una prioridad, el de mejorar los sistemas de telecomunicaciones. Aparentemente hemos avanzado en cobertura y calidad en las ciudades, pero en las zonas rurales, no solo es el camino el inexistente, también es la señal de Internet, que limita el uso de la tecnología. Bastaría recorrer algunos distritos de la costa y sierra para darse cuenta, los estadios de desarrollo, pese a estar en el 2023.
Internet para todos, es una exigencia nacional y la región Piura, en aquellos distritos alejados de las zonas urbanas, lo requieren más que nunca.
Servicios de saneamiento
La mayoría de ciudades han colapsado con los servicios esenciales. Sullana, avanza en algunas inversiones, pero, así como lo hacen, se van generando otros que, en la dispersión de funciones y competencias, se agravan mucho más. Es el caso del Canal Vía, un antro de suciedad y pestilencia que debe ser resuelto de manera integral. Las competencias de servicios de saneamiento son de las municipalidades, pero a través de una empresa que se encuentra en proceso concursal.
¿Es posible encontrar una solución después de más de 20 años? Todo depende del nivel central y de la gestión de quienes gobiernan la región, en concordancia con las municipalidades. Garantizar agua potable, es cuidar la salud de los miles de piuranos y piuranas que no tienen este recurso. Bastaría mencionar el distrito de La Unión, para llamarnos a la crudeza de la realidad.
Conectividad vial
La región Piura, no es homogénea en lo territorial; tiene una costa con todos los problemas de ocupación del suelo, pero otros asentamientos humanos, se ubican en una elevación, cerca a una quebrada, a un río o en un precipicio. En otras realidades, viven como ermitaños, gracias a su economía de subsistencia y donde la conexión vial, contribuirá a promover el desarrollo de hombres y mujeres del campo. Es necesario mirar la región en toda su inmensidad y no solo con la mirada citadina como se acostumbra.
En tanto si el problema es grave en las zonas rurales, en los grandes centros poblados existen prioridades que no pueden pasar por alto, la vía hacia Ayabaca, la similar hacia Huancabamba, la que conecta Sullana con Paita, la del Bajo Piura hasta Sechura, son vías en algunos casos regionales y en otras nacionales, que por gestión o por inversión propia deben ejecutarse. Cada sol invertido en carreteras redunda en el desarrollo integral de piuranos y piuranas.
Como hubiera dicho Hildebrando Castro Pozo reclamando agua para Piura, se requiere carreteras y más carreteras para integrar todo el territorio regional y con ello, a una población dispersa, que espera con pasmosa humildad, que en algún momento se acuerden de ellos y ellas.
Se requiere tener sistemas que permitan identificar a tiempo los problemas; es mirar en el día a día, la densidad de quienes van hacia el Bajo Piura, o quienes avanzan hacia el norte o vienen hacia Piura. Tras identificar el problema debe darse la solución y eso se llama planificación con acción.
Lucha frontal contra la corrupción
No es cómodo hablar de corrupción sin entender las circunstancias históricas y actuales. El Perú vive momentos críticos y las percepciones para Piura, respecto a la corrupción no son buenas. Es necesario trabajar intensamente desde la estructura y también desde la coacción, para que poco a poco se vaya logrando un Estado menos contaminado y una sociedad que respeta valores de honestidad, moralidad y respeto hacia lo ajeno.
La corrupción no es un tema nuevo, es atávico, pero existen sociedades que han logrado desterrar esta lacra. Imitar esos buenos ejemplos, es parte de la construcción de una sociedad que debe evitar corromperse, en desmedro de quienes realmente lo necesitan. No puede, no debe admitirse que la corrupción quite la posibilidad de desarrollo a una población y en este sentido, el gobierno regional tiene también su responsabilidad y esperamos que la privilegie.
Finalmente
Los proyectos, programas, actividades, se pueden ejecutar; pero conforme lo dijo en su momento el flamante gobernador, se requiere planificación. Planificar para el corto, mediano y largo plazo; la única manera de revertir las brechas es conociéndolas, la única manera de integrar un territorio, es recorriéndolo palmo a palmo y sistematizándolo. Planificación como sustento de un desarrollo ordenado y sostenible.