ERP. La violencia de género sigue siendo un problema subsistente en la sociedad piurana y las cifras del año precedente así lo demuestran. Una alarmante situación atraviesan las niñas piuranas. Según datos del Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y sexual (MIMP 2017), se registraron 155 violaciones sexuales en niñas menores de 17 años de enero a diciembre del 2017.
Ante ello, el especialista e investigador del Centro IDEAS, Pablo Juárez Vílchez señaló la magnitud de esta problemática. “Son 155 niñas en un año, entre las 52 semanas que trae el año, se calcula a 03 niñas por semana violentadas sexualmente. Esto debe parar, no podemos seguir viendo a más niñas violentadas y mucho peor, que a sus 12 o 13 años sean madres producto de la violación”, instó.
Juárez, comentó la investigación que realiza el Centro IDEAS “Gritos de desesperación de las niñas afectadas por la violencia sexual, región Piura 2017” en donde se evidencia la indiferencia de los operadores de justicia que no creen en las palabras de las niñas y de las familias, hay un trabajo débil en la articulación; y el grado de violencia que se ha efectuado contra las niñas es muy preocupante.
“Hay niñas de 13 años que ahora son madres, ellas fueron violadas en repetitivas ocasiones por un familiar muy cercano. Un caso muy fuerte es el de Sol, ella fue agredida sexualmente, primero por su padre y luego por su tío paterno desde los 10 años. Ambos agresores están libres y continuamente están amenazando a la familia y a la niña. Al momento del estudio tenía cuatro meses de gestación. DEMUNA del distrito desconocía del caso y ante la insistencia del Centro IDEAS, señalaron que no podían actuar si no tenían una orden de la fiscalía, porque el juicio era en otra jurisdicción; ella no sale de su habitación y no se comunica con nadie, excepto con su mamá y su hermano. Su salud mental fue afectada” señaló Juárez.
Hay una ruta muy difícil para denunciar y atender a las niñas violentadas. “En la etapa de la asistencia legal a las víctimas de violación sexual, en la única entrevista, el principal problema es la cobertura de la cámara Gesell; dado que sólo existe una cámara para atender toda la demanda de la región”, indicó.
Por otro lado, la insuficiencia de recursos humanos hace que no se pueda atender con prioridad los casos para brindar la atención adecuada durante la entrevista y todo el apoyo que necesita la víctima.
Estas declaraciones fueron tomadas en el conversatorio “Por los derechos de niñas, niños y adolescentes" realizado con expertos y activistas en Piura, quiénes analizaron estos casos para identificar nudos críticos en el proceso de atención de las niñas violentadas sexualmente. Además, para analizar el entorno de las redes de soporte, y aportar para las acciones preventivas en los servicios de salud y educación.