ERP/A.ABAD.- Nuestro Perú cumple 193 años como República, y es un momento para realizar una evaluación sobre su situación comparándola con el resto de América, para empezar nos aproximamos a un bicentenario siendo solamente un país pero no somos Nación. Y es que en el Perú aún no se evidencia una identidad de muchos de sus sectores. Por citar solo unos casos, en lo político, lo deportivo y la educación.
Tenemos una clase política que demostrando no tener concepto de Nación cantaba un himno humillante reafirmando su pobreza de identidad, hasta que luego de tanta presión de entidades serias como el Instituto Sanmartiniano y de personas que se resistían a entonar aquellas expresiones que negaban nuestra historia, como lo sostenía el historiador Juan José Vega, hoy se canta otra estrofa.
En el deporte es humillante nuestra situación, pues seguimos soñando clasificar al próximo mundial pensando que basta traer al prestigioso colombiano Jorge Luis Pinto, cuando la cuestión de fondo es que no se puede llegar a ser potencia deportiva sin antes haber realizado la adecuada inversión en infancia, como lo han hecho los países que hoy exhiben logros, como se ha visto en los últimos juegos olímpicos y en el mundial de futbol.
Si no hay el aprecio por la calidad humana no se pueden fortalecer las capacidades que nos ubiquen en mejores competitivos, pues es muy triste decir que somos el país con más bajo rendimiento en comprensión lectora, matemática y ciencias.
Pero no solo es el deporte y lo académico donde el Perú exhibe falencias, la Constitución que nos gobierna y que expresa la actitud de la clase que demuestra tener poca estimación por este país donde puede verse que no somos dueños de nuestros recursos naturales y casi todos muestran una posición complaciente, cuando debería procesarse una reforma que devuelva el ejercicio soberano sobre lo que nos pertenece.
En este Perú que celebra sus 193 años como República no se sabe que cuidar la salud infantil ayuda al desarrollo económico.
El prestigioso Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, considera que la salud pública es uno de los pilares fundamentales del desarrollo económico de las naciones y pone énfasis en su raíz que es la nutrición infantil, pues de no ser así en el futuro no habrá dinero para tratar la avalancha de enfermedades crónicas que incapacitan a las personas.
Vemos que nuestro Perú a pesar de no ser una República joven aún no tiene políticas que deberían haber surgido como resultado de su identidad, y la proximidad a su bicentenario debería significar que la planificación diseñada con dicho motivo se ejecute en los escenarios donde corresponde privilegiando la parte humana y sobre todo infantil, pues si queremos ser un país próspero y con calidad de vida para que su gente sea competitiva y no estemos lamentando las penurias actuales.
Nos satisface que nuestro Perú festeje la alegría de un nuevo aniversario patrio, pero hay que mirar la realidad que no se puede eludir, y que debemos afrontarla con políticas claras y compartidas para que puedan operar los cambios necesarios para ser NACIÓN, y podamos decir con mayor satisfacción ¡FELIZ DÍA PERÚ!