ERP/A.Abad. El mejor homenaje que podemos rendir a la provincia de Talara en su 58º aniversario de creación política, es contribuyendo con un factor que se ha ido perdiendo de vista: El orden. En todo orden de cosas, valga la redundancia, necesitamos ordenarnos. A ver: En materia de crecimiento, la ciudad ha advertido que este ha sido desordenado, inorgánico y sin respetar el Plan Integral de Desarrollo Local Sostenible de la provincia.
Necesitamos mejorar el tránsito, el transporte interno, el hacinamiento e inseguridad de los mercados, y para ello se necesita ORDEN. No tenemos un ambiente que contribuya a una calidad de vida saludable porque la contaminación ambiental nos abruma cada día más, procedente de vehículos antiguos que ya deberían salir del Parque Automotor, por la gran cantidad de mototaxis, de la industria de los hidrocarburos que ventea el gas, de algunas fábricas de hidrobiológicos, etc. Respiramos todos los días monóxido de carbono y otros elementos que nos van matando de a poco.
Nuestros servicios de salud están virtualmente colapsados, por lo menos en cuanto se refiere a los establecimientos del Ministerio de Salud. La seguridad social no nos saca de apuros, salvo a los asegurados, pero el enorme crecimiento de la población asegurada le ha ido quitando posibilidades de una atención más fluida como hace años.
La seguridad ciudadana es un problema nacional, pero en Talara también viene siendo una amenaza al derecho que tenemos de vivir sin sobresaltos. La delincuencia ha crecido aquí brutalmente. Y si a esto le agregamos el deficiente servicio de limpieza pública sumado a una actitud de insalubridad de los vecinos, el caos se acrecienta.
Hoy que se anuncia la construcción de la Nueva Refinería de Talara con una inversión de aproximadamente $ 3,500 Millones se ha generado mucha expectativa en el tema generación de empleo y reactivación de la economía provincial; sin embargo, es responsabilidad de las autoridades municipales y de la verdadera sociedad civil organizada el emplazamiento al gobierno nacional para que invierta en la solución de problemas que son añejos como el desabastecimiento de agua, salud pública, inseguridad, educación, entre otros.
Creemos que el gobierno nacional de turno tiene esa obligación histórica con la provincia de Talara. Partiendo, por ejemplo, del ahorro de S/ 600 Millones anuales que generará el PNRT al sector Salud y sumados todos los tributos que generará al fisco esta gran inversión, los alcaldes y sus pobladores tienen el sustento suficiente para exigir al gobierno central que atienda los principales problemas de esta generosa provincia.
Por eso muchos talareños estamos convencidos que la agenda del desarrollo de la provincia que desde hace buen tiempo vienen proponiendo personajes calificados entre otros talareños interesados en el progreso de la provincia, tiene que ser la resultante de un consenso y de un "pacto social" para que, sean quienes fueran los que nos gobiernen, cumplan esa agenda con la que no podemos olvidar que un pueblo sin una educación sólida y sin salud pública no avanza. Orden más planificación igual desarrollo integral. Esta es la fórmula que deben tener en cuenta los candidatos quienes quieren ser futuras autoridades. Salvo mejor parecer.