ERP. Grandes concentraciones del candidato presidente Nicolás Maduro, movilizaciones de la oposición liderados por María Corina Machado; es parte de las principales actividades que se observan en Venezuela después de las elecciones del 28 de julio, Maduro fue oficialmente proclamado por un Consejo Nacional Electoral de dudosa independencia, además, la elección es criticada por los otros candidatos.
En efecto, en esta contienda participaron 10 candidatos en total, los cuales exigen que haya publicación de las actas, que haya transparencia y que se garantice el respeto del voto ciudadano de venezolanos y venezolanas, los cuales son los realmente impactados con esta crisis que podría traer nuevas sanciones al país, que de acuerdo a The Economist es un régimen autoritario.
Además del candidato presidente Nicolás Maduro, los otros 9 aspirantes a la presidencia y que han validado el proceso eleccionario con su presencia son Edmundo Gonzáles Urrutia, Claudio Fermín; Enrique Márquez, Javier Bertucci, José Brito, Daniel Ceballos, Antonio Ecarri, Benjamín Rausseo y Luis Eduardo Martínez; todos ellos, excepto Maduro que habla de un golpe de Estado, han ratificado la necesidad de esclarecer este proceso y otorgarle transparencia al resultado.
El Lic. Andrés Vera Córdova, nos trata el tema de Venezuela una vez más, donde lo central es preguntarse, si Nicolás Maduro Moros, tendrá la intención, voluntad y decisión de aceptar su derrota y por lo tanto, admitir que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela no actúo con veracidad. Es difícil que esto sucede, por lo tanto, el presunto ganador, si no suceden otros hechos seguirá en el poder hasta el 2031.
El analista precisó que debe ser el Consejo Nacional Electoral de Venezuela el responsable de exhibir las actas y de actuar con transparencia; en tanto que la participación de la Sala Electoral del Tribunal Superior de Justicia, es incorporar a una instancia que debería estar ajena a los temas de esta naturaleza; sin embargo, Nicolás Maduro ha recurrido a ella para validar las elecciones del 28 de julio.
Los dos actores principales, es decir, Nicolás Maduro y Corina Machado que actúa en representación de Edmundo Gonzales, movilizan a sus seguidores en la plaza pública; si las protestantes pertenecen a la oposición, la fuerza pública sale a reprimir, pero ellos no se atemorizan; pero Maduro, tiene su clientelismo, el cual participa en la plaza pública, escuchando la perorata de un mandatario que está ufano de poder.
Lo cierto que a la fecha, lo único seguro es que no existen actas que sustenten el triunfo de Nicolás Maduro y al contrario, se ha sistematizado las actas donde el beneficiario del voto ciudadano es Edmundo Gonzáles. Los otros candidatos, sin ambages, piden que sea el Consejo Nacional Electoral el que dilucide este oscurantismo; ellos concuerdan con Gustavo Petro, Lula da Sila, y el presidente de México.
La oposición debería entender que lo único que hicieron es validar la presencia de Nicolás Maduro en el gobierno; es imposible que hayan elecciones libres y transparentes, con un sistema totalizado por el gobierno de Nicolás Maduro. La democracia de este país ha sido calificada como régimen autoritario y sus acciones se acercan mucho más a una dictadura, donde no interesa lo sucedido, solo la formalidad.
Frente a esta realidad, donde predomina un régimen autoritario y con capacidad para quedarse, se debe convencer que con Maduro como protagonista, no existen garantías de un proceso limpio. Por lo tanto, participar en elecciones solo hacen validar a un gobierno de dudosa práctica democrática.
Tener un Consejo Nacional Electoral sin independencia es una alerta para otros países como Perú, donde desde el Congreso se pretende tomar al sistema de justicia y sistema electoral; por la importancia de sus funciones, debe garantizarse su total funcionalidad acorde a los estándares internacionales.
Pero en tanto tengan sumisas a las Fuerzas Armadas de Venezuela, las perspectivas de democratizar el país son bastante difícil. Un cambio implica trabajar sobre las raíces y que las Fuerzas Armadas, cumplan con su rol, sin ser deliberantes y menos empresarios como sucede en este país, el cual prácticamente los tiene dominados más por el interés de seguir haciendo economía.
Lamentable que un país, como Venezuela, se encuentre en esta situación.
