ERP. La ciudad de Sullana, en la región Piura es conocida por ser muy dinámica en lo social y económico. Provee productos alimenticios, industriales y sobre todo agroindustriales a otras jurisdicciones de la región Piura y por lo tanto, la oferta de servicios ha crecido de manera desordenada y es lo que ha sucedido con el transporte urbano.
Es una localidad extensa y de poco desarrollo vertical; consecuencia de ello se ha extendido y el servicio de transporte urbano no es cubierto por ómnibus o similares, sino por pequeñas unidades que prácticamente han saturado las principales vías, convirtiéndose en un peligro por la densidad, por la falta de pericia de sus conductores y sobre todo por la falta de regulación.
Si en Piura el trasporte urbano ha derivado hacia motos lineales con todo el riesgo que significa, en Sullana y otras ciudades de igual característica, el único medio para ir de un lugar a otro, son estos trimóviles que se ofertaron como una alternativa al desempleo generado en la época del ex presidente Alberto Fujimori.
En términos sencillos el servicio que brindan estas unidades, fueron en su momento y lo siguen manteniendo ahora en una alternativa ocupacional y en segundo, una caja chica para policías y para municipalidades. Cada infracción que recae sobre los conductores es una repartija oficialmente consensuada entre PNP y Municipalidad.
Para ver el peligro que existe en Sullana, bastaría desplazarse por la avenida Panamericana entre el óvalo Las Capullanas y el Terminal de Gechisa; o desde el mismo lugar hasta Nueva Sullana. Ambas por coincidencia son vías nacionales, es decir forman parte de la red vial que une todo el país y que se encuentran a cargo del Ministerio de Transportes.
La vía Panamericana no es apta para el tránsito de mototaxis; el peligro no solo es para los conductores; fundamentalmente es contra los pasajeros quienes arriesgan su vida. Hace algunos años se emitió una Ordenanza para prohibir el desplazamiento; sin embargo, pasado el tiempo, alternan por esta vía nacional, mototaxis, motos, taxis y vehículos mayores, entre ellos ómnibus y tráiler.
Generalmente somos buenos para actuar después de una desgracia. Permitir que la vía Panamericana en la parte urbana, sea usada por estas pequeñas unidades es un riesgo. La situación es similar en la provincia de Sullana u otras ciudades importantes como la misma Piura, Chulucaas, Paita, Talara y porque no decir Tumbes. El problema es general, los riesgos similares.
No esperemos demasiado tiempo para actuar; las municipalidades tienen la prerrogativa legal para establecer regulaciones y la Policía de Tránsito aplicar las ordenanzas. No se trata de erradicarlos, solo de crear otras vías alternas mucho más seguras y menos peligrosas que las vías nacionales como la Panamericana o algo similares.
Cada cierto tiempo, diversas personas mueren por accidentes de tránsito y las víctimas quedan entre las llantas de un vehículo mayor. Es la realidad vivida, que obliga a ser pertinentes y responsables. No puede ser posible que seamos tan desordenados con el transporte urbano y sobre todo, que no se realicen inversiones con mejor criterio en el campo de la TRANSITABILIDAD.
Es necesario actuar y pronto. El servicio de transporte urbano es una necesidad y la regulación una obligación de la autoridad. Actuar ahora, es prever que disminuyan las desgracias de este tipo. Con decisiones públicas, también se garantiza la vida y es lo que corresponde hacer.