Por: Andrés Vera Córdova
ERP. Un debate sobre EPS Grau y la probable concesión, ha creado reacciones a favor y en contra entre la población piurana, autoridades municipales, regionales y especialistas. Unos creen que la participación privada sería mejor que la pública; en tanto que la mayor parte defienden el statu quo.
La empresa que administra el servicio de agua y alcantarillado en la región Piura, se encuentra en proceso concursal desde el año 2000; transcurrido 16 años nada ha mejorado en la administración y gestión. Es el único caso de una empresa de esta naturaleza que se encuentra en esa condición.
Lo cierto, y es indubitable, el servicio de agua potable en el ámbito de la empresa es malo. Esta primera conclusión tiene diversas aristas para explicarse; primero, que la empresa es manejada por los acreedores; la segunda que el principal acreedor es el Estado peruano; la tercera, que la administración obedece al modelo público; la cuarta que no existe vocación de innovación y la última, el statu quo que se defiende ahora no es el público, sino el de los acreedores.
Qué es mejor?. Evidentemente no existen respuestas rápidas e informadas sobre qué es mejor para el agua y alcantarillado en la región Piura y en el país. Para los que apuestan por lo privado, lo público siempre es sinónimo de ineptitud; para los que quieren que lo público siga vigente, se amparan en el servicio social y elemental que brindan y sus impactos en los que tienen menos recursos.
Hace algunos años se pretendió avanzar en una concesión y el ahora Gerente de la Cámara de Comercio de Piura, con otra gente, se apostó en la avenida Grau para oponerse; ahora el mismo personaje aboga por el modelo de gestión con intervención privada. Lo que ayer fue malo, para este profesional ahora es bueno.
Producto de esa experiencia, solo Tumbes hizo un cambio de modelo de gestión. A la luz de los resultados y de acuerdo a la concepción de tumbesinos, no existe mucha diferencia entre lo que hubo antes y lo que existe ahora. Pocas horas con agua, una cultura del despilfarro del líquido elemento, alta morosidad, déficit alto en el servicio, y otras deficiencias propias de entidades públicas.
Un modelo diferente y que tiene que ver con lo público se encuentra en Medellín- Colombia. En este caso, la empresa que brinda servicios no es deficitaria, es eficiente y genera superávit para el desarrollo de Medellín. Su gestión se extiende a energía, y otros servicios públicos con altos estándares internacionales. ¿Es malo lo público?. Definitivamente esta experiencia demuestra que se puede realizar una buena gestión, incluso desde el campo municipal.
En Barcelona, donde lo privado se extiende como sostén de la economía y de la empresa, se distingue la empresa público-privada Aigües de Barcelona, Empresa Metropolitana, que participa en toda la gestión del ciclo del agua, atendiendo desde la captación hasta la potabilización, transporte y distribución. Además, se encarga del servicio de saneamiento y depuración de aguas residuales para su retorno al medio natural o su reutilización.
Estos debates no se encuentran en la agenda sobre concesión de EPS Grau. Lo cierto, que las empresas públicas no han demostrado en ninguna parte del país que pueden ser eficientes y brindar servicios adecuados a los usuarios. Al contrario, sus males no solo tienen que ver con la pésima gestión, sino con las interferencias no técnicas que devalúan mucho más su funcionamiento. No es cuestión de gestión, sino de estructura estatal y todos los problemas consabidos.
Lo privado ha demostrado ser mejor para proveer servicios. Sucedió con los servicios de telecomunicaciones, donde la competencia ha llevado a la cobertura de la demanda y hacia menores precios en algunos casos. No es el ideal, pero debe reconocerse que algo se avanzó. Sin embargo, las empresas de energía lo desdicen; al menos en la distribución se ha mantenido la gestión pública y aunque los cuestionamientos se dan, lo cierto que es una empresa eficiente.
Respecto a los servicios de agua y alcantarillado en la región Piura, estamos como estamos, porque se ha entrado en un callejón sin salida. Otras empresas que al 2000 tuvieron ingentes deudas con el Estado, no fueron declaradas insolventes; situación diferente a EPS Grau; los ser manejados por los acreedores y que en términos reales es el Estado, le cambio la injerencia municipal.
Hoy, se recurre a las municipalidades del ámbito de la EPS Grau para que autoricen la concesión, cuando lo que debería restituirse primero es la propiedad sustraída por la declaratoria de insolvencia y después de ello, recién definir qué modelo de gestión les favorece más.
Es decir, las autoridades municipales lo primero que deben buscar, es primero obtener la administración real, de una empresa que se les quitó con argucias y por la pusilanimidad de algunos mediocres funcionarios; y, después de superar ese imponderable escoger técnicamente, cual es el mejor modelo de gestión para EPS Grau. .