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Mar, Nov

Santos patronos de Piura

Miguel Arturo Seminario Ojeda
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oleo ivonneERPM/.Seminario. La religiosidad popular es un capítulo extraordinario para la investigación científica, uno de los primeros documentos sobre este tema, fue elaborado por Raúl Zevallos Ortiz hace 35 años tratando desde la perspectiva de la ciencia, sobre el origen y desarrollo del culto al Señor Cautivo de Ayabaca, en una microfilmación sobre el peregrinaje hacia esa ciudad serrana.

templo de la cruzDesde entonces, todo lo que había vivido desde mi infancia alrededor de las fiestas patronales en Piura, adquirió otra connotación. En Sullana las fiestas religiosas estaban organizadas por vecindarios, y las más cercanas a mi eran las de San Jacinto, y de la Virgen del Carmen, así como la de Nuestra Señora de la Asunción, y así era, cada barrio celebraba una fiesta diferente, sin que esto significara un divorcio total de las celebraciones generales, que como Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, y la fiesta del Señor de los Milagros, cohesionaban a todos los sullaneros, quienes además, en la tradicional Semana Santa, vivían con gran entusiasmo y devoción, la pasión y muerte del Salvador del mundo.

La semana pasada tuve una gran sorpresa, cuando llamé a Tangarará a preguntar por su santo patrono, y me respondieron que es el Señor Cautivo de Ayabaca, expresión que no solo me descuadró el esquema que tenía sobre el particular, sino que eso me dio un motivo más para comprobar, que la ciudad de San Miguel, fundada por Francisco Pizarro en Tangarará, el 15 de agosto de 1532, nunca se quedó en ese lugar, salió al poco tiempo, en 1534, a Piura (La Vieja), pues de haber permanecido en ese espacio, hasta ahora tendrían como santo patrono a San Miguel Arcángel, y lo venerarían con más fuerza que en Piura. Vanamente tratan de decirme ahora, que antes de 1925 se le tenía como santo patrono, y que su fiesta se celebraba el 15 de julio, porque al santo de mi advocación, la iglesia católica lo celebra el 29 de setiembre.

temploArgumentan en Tangarará, que ahora la imagen está en Sojo, capital de Miguel Checa, porque desapareció de ese lugar. Nuevas investigaciones nos darán luces sobre el particular, y además, lo del 15 de julio, es una fecha que aparece en la historia de Piura en 1932, y solo a partir de la última década del siglo XX empezaron a tomarla en cuenta en Tangarará, espacio que se debe seguir llamando como siempre lo fue, solamente, Tangarará, por respeto a sus pretéritos, que desde antes de la conquista incaica, y antes de la presencia hispana, lo nominaron así: Tangarará.

Ahora insisten en que se llame San Miguel de Tangarará, y no existe en el lugar, la menor devoción general hacia el Arcángel en ese lugar. En cuanto a Sojo, fue la viuda de Miguel Checa y Checa, la que dispuso la construcción de la iglesia donde el santo patrono es SAN MIGUEL ARCÁNGEL, con toda seguridad, el santo de la advocación de su ilustre esposo, don Miguel Checa y Checa, que habrá sido muy devoto de este arcángel, que ahora desde el 29 de setiembre del año pasado se ha festejado con toda la solemnidad del caso, como Patrono de la Arquidiócesis de Piura y Tumbes, antiguo gran espacio del corregimiento de Piura, cuya unidad continuó hasta en el siglo XX, quebrándose hace un poco más de 100 años, con la creación de la Provincia Litoral de Tumbes. No olvidemos, que el titular de la Iglesia Catedral de Piura, es San Miguel Arcángel.

Pese a esto, si hacemos un recuento por todos los pueblos de la sierra y costa piurana, encontraremos que cada pueblo celebra una fiesta religiosa asociada al santo de su preferencia, y en algunos casos desde hace varias centurias, y esto probablemente se debe, a que los colonizadores de Piura en el siglo XVI, y siglos posteriores, provenían de diferentes espacios de España y el resto de Europa, y ya tenían santos de su devoción bien marcados desde su infancia, y al llegar a sus nuevos emplazamiento, como fundadores o como vecinos, no dejaron sus antiguos santos de preferencia, pese a que la ciudad que nació en 15 de agosto de 1532 en Tangarará, y continúa ahora en el Chilcal, tiene como titular, al arcángel cuyo nombre lleva una gran cantidad de piuranos, como mayor evidencia de que conscientemente o no, San Miguel Arcángel está en Piura permanentemente, como lo dije en mi anterior artículo, al margen de cualquier imposición.

De esta manera comprobamos, que Catacaos celebra a San Judas Tadeo y a San Juan Bautista; en el asentamiento humano San pedro de Piura, a San pedro; en Paita a Nuestra Señora de las Mercedes, culto que ha dado lugar a una feria que se mantiene con mucha fuerza, pese a los cambios en la dinámica social y económica de los pueblos, Paita también celebra a San francisco de Asís. Si miramos al Bajo Piura, en San Clemente se festeja al Señor de los Milagros, festividad enmarcada con aire taurino en noviembre, lugar hasta el que en cada año vemos al Dr. Raúl Mata y a su esposa Ivonne Mansilla de Mata, que viven con mucha emoción esta fiesta, fueron ellos quienes me hicieron conocer sobre esta celebración. En Vice se celebra en enero a San Jacinto Forastero.

Si miramos hacia Huancabamba nos encontraremos en Canchaque a San Juan Bautista, en Palambla a la Virgencita del Agua Santa en la segunda semana de noviembre; y, en Sondor a la Santísima Virgen de la Asunción. En Huarmaca tenemos la fiesta alrededor de del Señor de la Exaltación, en Huancabamba a San Pedro en junio, y a la Virgen del Carmen en julio.

Otras fiestas que no podemos dejar de nombrar, y que están asociadas a la devoción popular de otros espacios piuranos, son a Santo Domingo de Guzmán, en esa localidad de Morropón en el Alto Piura, y a la Virgen del Carmen, en Morropón en noviembre; al Señor de la Agonía en Bernal, celebrado en enero en Sullana, ciudad que lo tiene como su santo patrono; a San Pedro y San Pablo en junio en Talara, Paita y Sechura; a Santiago Apóstol en San Lucas de Colán; a la Asunción de la Virgen en Pacaipampa, a Santa Rosa en Montero, a San Lázaro en Rinconada Llícuar; y a San Francisco de Asís, y a San Martín de Tours en Sechura, entre otras.

De manera que este breve recuento por las fiestas patronales de Piura, nos presenta la gran diversidad de preferencias que hay dentro de la práctica de nuestro catolicismo, lo que nunca se dejará de lado, al margen de cualquier oficialización, que de paso, no resulta un atentado, frente a nuestras preferencias como cristiano católicos, sino como un sano intento de recordar nuestras raíces católicas con punto de partida en 1532, como lo afirma don Pablo Cruz Arrunátegui, al hablar sobre la fundación de San Miguel en Tangarará, y referirse a la primera Misa y primera Navidad que se experimentó en el Valle del Chira, en jurisdicción sullanera.

Miguel Arturo Seminario Ojeda/Presidente Honorario de la Asociación Cultural Tallán.

 

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