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Los piuranos y la reiteración del unitarismo en la Convención de 1833

Miguel Arturo Seminario Ojeda
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ERP. En 1833 hubo elecciones para un nuevo Congreso Constituyente en el Perú, y para una Convención Nacional, y, como en todas las regiones, los ciudadanos piuranos, que por entonces solo eran varones alfabetos de más de 25 años, votaron y eligieron a 4 parlamentarios, de los que solo uno dejaría huella trascendente de su accionar en el Congreso de la República.

Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia de la DNEF del Jurado Nacional de Elecciones

De los 19 convencionales titulares, por La Libertad, 4 correspondían a la provincia de Piura, haciéndose conocer a los ciudadanos, que elegirían de acuerdo a como estaba normado, por parroquias, con su respectivo padrón electoral. Ganaron por Piura, Gaspar Carrasco, Manuel Cortez, Mariano Vargas Machuca, y Santiago Távara y Andrade.

La Convención Nacional del Perú de 1833, que duró hasta el año siguiente, era el tercer Congreso Constituyente en el país, cuya instalación fue un día como hoy, el 12 de septiembre de 1833, estando orientado a discutir y proponer las reformas constitucionales, que se consideraron en la Constitución Política, promulgada el 10 de junio de 1834.

En la Constitución de 1828, se había previsto que después de cinco años debía reunirse una Convención Nacional, para la reforma constitucional, total o parcial de la Carta Magna. Por eso se hizo la convocatoria de 1833, que se supone, estaba alimentada por la idea de instalar un federalismo en el Perú, considerando la unión con Bolivia, y la separación del Perú en dos estados, dejando atrás la estructura unitaria que se mantiene hasta hoy, porque esa fue la decisión mayoritaria de los constituyentes, incluidos los representantes por Piura, que se encontraban presente.

En 1833 era gobernante del Perú, y terminaba su período, el general Agustín Gamarra, convocándose a elecciones para miembros de la Convención Nacional, para Presidente, y para un Congreso Extraordinario, lo que suponía la existencia de dos cuerpos legislativos. Las elecciones de los convencionales se realizaron sin contratiempos, más no las elecciones presidenciales y parlamentarias que se frustraron.

Santiago Tavara y Andrade 01SANTIAGO TAVARA Y ANDRADE. Piurano, Presidente del Congreso Constituyente de 1833.

La Convención Nacional se instaló el 12 de septiembre de 1833, bajo la presidencia de Francisco de Paula González Vigil, espacio que luego ocuparían Santiago Távara y Andrade, y Francisco Javier de Luna Pizarro, entre otros. González Vigil, y Luna Pizarro eran de tendencia liberal. El 19 de diciembre de ese año, Gamarra dejó el Ejecutivo, por finalizar su mandato, y la Convención Nacional eligió a un Presidente Provisorio, cayendo el cargo en el general Luis José de Orbegoso, a quien se señalaba como fácilmente manejable. Al año siguiente se entró a una guerra civil, nada nueva en los primeros años de la República, y que finalizó con el “abrazo de Maquinhuayo”, en reconocimiento a la autoridad de Orbegoso.

Los convencionales aprobaron que el presidente no fuera reelegido, sino después de un período, y se previó literalmente frenar los excesos del autoritarismo militar, también se eliminó el cargo de vicepresidente. La usurpación del ejercicio del Poder Ejecutivo por medio de la fuerza pública, conllevaba a la pérdida de los derechos políticos, sin poder ser rehabilitado, no considerándose válidas las disposiciones derivadas del gobierno usurpador.

La Constitución de 1834

La Constitución fue promulgada el 10 de junio de 1834. En ella se nota un propósito favorable para facilitar la federación con Bolivia, frenar los excesos del caudillismo militarista; y además consideró la creación de un Consejo de Estado que debía ser elegido entre sus miembros, y al cual se asignó el ejercicio de sus atribuciones constitucionales durante el receso de las cámaras.

Los ciudadanos tenían derecho a reclamar ante el Congreso o el Poder Ejecutivo de cualquier infracción constitucional; y es digno de resaltar, que se consideró obligatorio lo que se practicaba durante el virreinato, al señalar obligatorio el juicio de residencia para todo funcionario del Poder Ejecutivo cuando terminase el ejercicio de su cargo.

El 11 de agosto de 1834 se clausuró las sesiones, mientras que su presidente, Francisco Javier de Luna Pizarro, no quedó contento con los resultados de las reuniones. Recordemos que la Confederación Peruano Boliviana, implicaba la separación del Perú en dos estados, que de haberse dado con fuerza su consolidación, hubiese generado la existencia de dos nuevos estados, uno con capital en Lima, y otro en Arequipa o Cusco, tras la separación de Bolivia, y se hubiese perdido la integración del Perú en un solo Estado.

El piurano Santiago Távara y Andrade

Fue el único de los 4 piuranos que se destacaron en este período. Había nacido en la ciudad de Piura el 22 de febrero de 1790, y falleció en1874. Sobresalió en el campo de la medicina, en el espacio político, como, escritor y en el comercio.

Como lo señalamos, fue presidente de la Convención Nacional o Congreso Constituyente de 1833. Sus padres fueron Santiago Távara y Josefa Andrade. Perteneció a una familia de comerciantes por tierra y mar, y de grandes propietarios de tierras en Piura. Sus sentimientos de patria asomaron tempranamente, siendo parte del pronunciamiento patriótico de Quito del 9 a 10 de agosto de 1809, por encontrarse estudiando en esa ciudad.

Fue autor de la Historia de los partidos, publicado en parte en el diario El Comercio, y recién editada como libro en 1951.

Diario El Regional de Piura

 

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