ERP. Con toda seguridad, quienes conforman la promoción egresada en 1972 de la Gran Unidad Escolar Calos Augusto Salaverry de Sullana, hoy deben estar experimentando la alegría de saber que egresaron en un tiempo en el que la educación era una de las mayores preocupaciones de la política estatal, cuando se hacía planes para que el Perú no sea considerado entre los países subdesarrollados.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Miembro de la Promoción Dorada GUECAS 1972
Y de esto se acordaran muchos de los que hoy evocaran esos tiempos, cuando la reforma educativa puesta en práctica coadyuvaba para que las intenciones estatales se coronaran con éxito. Varios de los que ingresamos a la sección “común”, veníamos de ser experimento de la aplicación del Plan Dalton, que buscaba formar alumnos investigadores, capaces de aportar en el futuro, con nuevos conocimientos que contribuyeran al desarrollo nacional.
Cada uno de los 4 salones de egresados, eligió un nombre para su promoción, y la de la sección B, se denominó Enrique López Albújar, que con el correr del tiempo sería adoptado para toda la promoción, hoy Dorada de 1972, que ha considerado un programa que comienza con un agradecimiento a Dios en una Misa de Acción de Gracias, el jueves 14 de julio, coincidiendo con el día de la inauguración del colegio.
Son muchos los recuerdos, unos crecidos, fortalecidos entre 1968 y 1972, y otros posteriores, porque es imposible, que siendo tantos, todos se conozcan en esos 5 años, la fortaleza del compañerismo es una base duradera, y la fortaleza de la amistad, se consolida después, sin duda alguna. Son 50 años de salida del Colegio, que se sembraron como una raíz que evoca lo vivido entre 1968 y 1972, y continúa en una germinación permanente, llena de florecimientos, y a veces en medio de la luz, con un poco de sombras, como lo vivido entre 2020 y 2022.
El cuerpo docente de esa promoción quedó en el recuerdo, fue importante, hay nombres de maestros inolvidables, como Juan Rodolfo León Seminario, Augusto Juárez Siáncas, Segundo Ciro Gallardo Gallo, Rubén Vásquez Merino, Francisco Lozano Morán, Alfonso Arellano Estévez, Rodolfo Cruz Merino, Eusebio Vásquez, Freddy de la Cruz; y la bibliotecaria Rosa Gallo. Los docentes de literatura, y de geografía, resultan muy estimados, tanto como los de historia o matemáticas y anatomía, todos contribuyeron a que el colegio fuera un florilegio, un semillero de virtudes, que se sembraron y quedaron para siempre, y no solo en las lecciones de Educación Cívica.
No se puede olvidar a los instructores de Educación pre militar y a los docentes de educación física, tanto como a los auxiliares y al personal administrativo que dedicaba el tiempo que le correspondía en labores que contribuyeron a la administración de la Gran Unidad, conformada por las secciones Común, Industrial, y, Comercial. Esa era la Gran Unidad en 1972, funcionando en un local que jamás debió ser destruido, con las lamentables consecuencias que ahora se viven, sin embargo, ni la destrucción física del local ha terminado con el sentimiento de ser salaverrinos por siempre.
Hay compañeros que resultan inolvidables por diversas razones, porque la relación no se limitó a las aulas, y fue más allá del claustro estudiantil, casos de Robin Cortes Ruiz, y Miguel Hernando Robles Prieto, que compartían tertulias asociadas a la música, al canto, y a actividades parroquiales y de barrio. De igual manera la cercanía a Narciso Álvarez Ato generó una estrecha amistad. Posteriormente el reencuentro con Rolando Maberto Machero Medina, Nerit Celestino Olaya Guerrero, Juan Rivera Céspedes, Jorge Lisle Maldonado Rojas, y Gualberto Sánchez Gálvez, hizo que continuásemos como si nos viéramos cada día en las aulas.
Entre los que ya se fueron están José Velásquez Tuñoque, Juan Francisco Palacios Coronado, Hernán Valverde Ávila, Juan Francisco Paulini Sánchez, Cesáreo Chávez Valdivieso, Arturo Ancajima Pasache, Isaac Tomás Martínez Sandoval, los mellizos Miranda Talledo, y un conjunto de ellos, cuyas vidas se apagaron por diferentes causas, entre los que se encuentra, últimamente, David Vicente Valdivieso Vargas Machuca.
Mención especial debe hacerse en el aniversario de inauguración que se aproxima, de los diputados Jorge Checa Eguiguren, gestor en el Congreso de la República, de la creación del Colegio Nacional de varones de Sullana, que funcionó inicialmente como mixto, quien logró que el Congreso aprobara su propuesta en diciembre de 1944; y del diputado Felipe García Figallo, quien después de la creación del colegio el 2 de junio de 1945, tramitó y consiguió el presupuesto para que empiece a funcionar el 14 de julio de 1946.
Hay nombres de entre todos que hoy no se pueden dejar de mencionar, como Luis Ato Juárez, Francisco Bruno Campos, Pedro Calderón Murguía, Francisco Calderón Murguía, Lorgio Castro Montero, Santiago Chong Castro, Víctor Raúl Córdova Muñoz, Víctor León Ato, Walter Lozano Morán, José Merino Cruz, Gustavo Montenegro Guerrero, César Palas Zúñiga, Telémaco Núñez Luesas, Félix Pérez Requena, Germán Purizaca La Chira, Wilfredo Córdova Martínez, Francisco Villaseca Rodríguez, Jáger Núñez Ortiz, Alex Rodríguez Dioses, Sólmer Alvarado Rosas, Vicente Seminario San Martín, Sergio Zapata Lazo, Arnulfo Juárez Juárez, “Yoyo” Miranda Talledo, Enrique Taboada Montenegro, Víctor Hugo Aguilar Montejo, Carlos Díaz Hidalgo y otros tantos que son parte de la Promoción Dorada 1972-2022.