24
Dom, Nov

Capullanas y caciques de Lancones

Miguel Arturo Seminario Ojeda
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. La Historia Regional es una modalidad puesta en práctica a mayor escala en los últimos tiempos, y que ha dado frutos enormes recientemente, al permitir, como resultado de una variedad de investigaciones, que los pueblos tengan un mayor sustento para definir su identidad, a la luz de nuevas verdades reveladas por la Historia como ciencia. En el caso de Piura, investigaciones como las de Pavel Elías, Susana Aldana,Ann Marie Hocquenghem , Alex Diez Hurtado, Yanina Correa, Lorenzo Huertas Vallejos, Juan José Vega, Miguel Maticorena Estrada, José Antonio del Busto Duthurburu, Jacob Schlüpmann, y un conjunto de estudiosos, han generado que el interés por nuestro pasado crezca a pasos más grandes de lo imaginado.

Cuando los españoles llegaron a Piura, dominaban en la zona del Chira, curacas o caciques tallanes, y otros impuestos por los incas. Sabido es que cuando Túpac Yupanqui bajó de Quito, rumbo al Cuzco, estableció en Poechos un Tambo Real, y dejó un número regular de población quechua para las tareas administrativas, y que una buena cantidad de sechuranos llegaron a Poechos, para la mita en la construcción del tambo en ese lugar, y los caminos de integración del Tahuantinsuyo en esta parte del norte peruano, como lo revela don Lorenzo Huertas Vallejos, en sus varias publicaciones sobre Historia de Sechura.

Los historiadores Raúl Alcalá y Pavel Elías Lequernaqué, coinciden con Huertas al proporcionar importantes datos sobre tambos, encomenderos, capullanas y curacas en el Valle del Chira, y por ellos nos enteramos de la existencia de un cacique de Poechos, don JUAN UCACHA, que había sido reducido en Catacaos, junto a población de esa zona, que tuvieron que enfrentar y adecuarse a las nuevas formas de vida, a partir del modelo español, que imponía poblaciones congregadas en espacios determinados, y no poblaciones desparramadas, como lo exigía el trabajo de campo.

Juan Ucacha, al parecer era descendiente de uno de los caciques impuesto por los incas, quizá nació en Poechos, porque si hablamos de 1612, en que se le registra, ya habían pasado más de 100 años desde que los incas conquistaron el Valle del Chira. La existencia de Juan Ucacha es conocida por el expediente del juicio que enfrentó a una capullana con sus parientes por el curacazgo de Narihualá, es decir a doña Francisca Mesocoñera o Conapaynina, contra sus parientes usurpadores del cacicazgo, conforme obra en un expediente que existe tanto en el Archivo Regional de Piura, como en el Archivo General de la Nación en Lima, y que tuve a mi vista hace 30 años, mientras registraba datos para la Historia Regional de Piura.

Por ese expediente se revela que Juan Ucacha, el cacique de Poechos, en actual jurisdicción del distrito sullanero de Lancones, era un hombre que hablaba perfectamente dos idiomas, el castellano y el sec de los tallanes, y había otros nativos procedentes de Poechos, que también dominaban el quechua, de manera que además de presentarlo como bilingüe, se deja constancia que era un hombre de buen discernimiento. Si Ucacha era descendiente de los caciques impuestos por los incas, su familia fue de filiación atahualpista, porque los orejones del Tambo Real de Poechos, eran leales a este inca, y si lo era de familias nativas de esa zona del Chira, ignoramos que papel jugaron sus antepasados en el momento mismo de la conquista.

Otro cacique de jurisdicción lanconeña fue don Juan Mecache, que también en el siglo XVII se contaba entre los que habían sido reducidos a vivir en Catacaos, Mecache era una parcialidad originaria de Poechos, que junto con los de Sócola y otras, fueron a parar a Catacaos por disposición del Virrey Francisco de Toledo y de Bernardino de Loayza. Sin embargo, así como se ha registrado la existencia de curacas de Lancones, también queda constancia de una capullana en la misma jurisdicción, doña Catalina Lacacha, cacica y segunda persona del repartimiento de La Solana, hija de don Francisco Lacacha, curaca del lugar, a quien había heredado por ser la hija mayor, ya que las capullanas gobernaban a falta de varón, sucediendo a sus padres en el cargo, es decir, que el linaje estaba por encima del género, como lo señalan Alex Diez Hurtado y Lorenzo Huertas Vallejos.

Estamos seguros, que en conocimiento de la existencia de estos personajes, el alcalde de Lancones, y los regidores de ese municipio distrital, tomarán algún acuerdo, para difundir el nombre de estos personajes vinculados a la historia de su jurisdicción, cuyo protagonismo debe ser conocido por las nuevas generaciones, y evitar que caigan en el olvido.

 

Publicidad Aral1

Paypal1