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Lun, Dic

Respeto

Nelson Peñaherrera
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nelson penaherrera castilloERP/Nelson Peñaherrera Castillo. Una de las razones por las que sigo opinando en este medio, por las que estoy cuasi-asociado a su empresa matriz, y por la que he confiado la seguridad de mi propio emprendimiento en Internet se reduce a siete letras: respeto.

Cuando la dirección de el Regional de Piura me invitó a colaborar hace nueve años, confieso que lo hice con mucho escepticismo. Pero, conforme he construído una relación profesional con esta casa, y me di cuenta que me soltaban la rienda, entendí que entre desbocarme y mantener una línea consistente, mi opción debía ser la segunda.

Posiblemente algunas veces me desboqué, pero no caí en los facilismos que me expusieran ante un ilícito, no por miedo, sino por prudencia… por respeto.

Primero, respeto a ti que me lees. Básico. Yo no soy yo profesionalmente hablando si tú no estás del otro lado de la pantalla, el teclado y la impresora.

Segundo, respeto a la mesa de edición porque al depositar confianza, lo mínimo que se merecía de mi parte es ecuanimidad y rigidez.

Tercero, pero no menos importante, respeto a mí mismo, a no traicionarme diciendo lo que no pienso ni siento ni compruebo ni vivo.

Posiblemente hemos tenido discrepancias por ciertos tratamientos, como en todo equipo de trabajo; pero incluso cuando mi opinión se alejaba harto de lo que el medio expresaba, nunca se me censuró, nunca se me conminó a cambiar la línea, nunca se me advirtió con penalizarme si me rehusaba regresar al ‘mainstream’.

Lo que jamás se negoció ni se enajenó fue el respeto.

Por eso, me indigna mucho haber leído el íntegro de una misiva donde se pide algo que no se debe pedir (aunque se piense), y no porque el medio sea intocable, sino porque es imposible.

Si alguien tiene que responder por la dirección y el contexto de las opiniones es quien opina, no quien transmite la opinión. Distinto es que quien transmite asuma la autoría de un hecho, es decir, de algo que realmente pasó.

La opinión no es lo mismo que el hecho, pues es la posición, la impresión que tengo respecto a la naturaleza del hecho.

Aunque es un hecho que alguien emita opinión, quien debe responder por el punto de vista es quien lo pensó, no quien lo puso a disposición de todo el mundo, incluso de las personas aludidas para que repliquen, pues es su derecho.

Yo espero que la prudencia campee en este caso, pero también el conocimiento de cada argumento, porque lo que leí es un puñetazo a la mala contra la libertad de prensa, cual abrasión en la cara con los toperoles ya incrustados.

Y si en democracia no hay lugar para la contradicción o la controversia, pues el problema no es el sistema, sino quien no sabe jugar con sus reglas.

(Opina al autor. Síguelo en Twitter como @nelsonsullana)

Hace más de dos siglos se acuñó ugrados; las opiniones

 

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