ERP/N.Peñaherrera. Hoy finaliza el III Congreso Provincial de Juventudes, donde tuve el honor de abrir el ciclo de conferencias.
Reconozco que hicimos una buena campaña de mercadeo junto con mi equipo, lo que se traduce en las felicitaciones, comentarios y entrevistas en otros medios, las que aprecio y agradezco de verdad.
Sin embargo, me pregunto ahora cuántos micrófonos e imágenes tienen a esos y esas jóvenes no como toma de apoyo sino como protagonista indiscutible.
A diferencia de lo que el mundo adulto convencional piensa, la juventud y la adolescencia sí tiene ideas interesantes para intervenir en la vida de nuestras comunidades.
El problema es que esos micrófonos y esas cámaras no se les acercan, y en respuesta, 'la chibolada' tampoco lo hace.
Como resultado, seguimos teniendo una brecha que se ahonda más por el prejuicio de uno y otro lado.
De la orilla adolescente y juvenil se piensa que adultos y adultas les miran con insignificancia (como, de hecho, cierto presentador de radio lo dijo a viva voz... lástima por él).
Del lado adulto, se considera que jóvenes y adolescentes son idealistas y con demasiada visión romántica sobre el destino del mundo.
Lo que ambas partes no terminan de comprender es que sus formas de ver la vida son complementarias sin que eso signifique que una subyugue a la otra, sino que ambas caminen debidamente ensambladas para que sean fuertes.
Si el mundo adulto se dejara inundar de la jacarandez juvenil y adolescente, y la gente quinceañera y veinteañera aprendiera a apreciar la experiencia que da cierto recorrido en la vida, Sullana habría superado positivamente la problemática que le aqueja, hace mucho tiempo atrás.
Ojalá que las conclusiones a las que se lleguen hoy en el Congreso se traduzcan en planes inclusivos para la comunidad de la provincia de Sullana.
Y para ello, una buena manera es difundir a través de todos los espacios disponibles (no solo el Facebook), lo que hoy se obtenga como compromisos.
No sé si me invitarán a dar otra conferencia, o si habrá IV Congreso de Juventudes, pero me siento feliz de haber aportado en los tres primeros y ver que aún hay gente que quiere aprender, trabajar y proyectarse en el tiempo y el espacio. No pierdan el norte, nada más.
Y gracias por la confianza depositada en mí, y muchas gracias a mis compañeros y compañeras de producción, sin quienes la palabra 'éxito' hubiera sido inalcanzable.
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