ERP/N.Peñaherrera. A propósito del comentario que escribí hace unos días sobre la necesidad de legalizar organizaciones juveniles, alguien me conversaba que aparte de la legalización es importante el fortalecimiento integral de ese tipo de instituciones.
Confieso que tengo serios reparos ante tal punto de vista, puesto que si tenemos que reforzar a la organización, ¿no deberíamos primero reforzar al individuo?
Para quienes crean que estamos hablando de lo mismo, basados en el viejo cliché de que las organizaciones/instituciones están compuestas por personas/individuos, quisiera que se detengan a pensar mucho más cuidadosamente en lo que implica cada dimensión semántica.
Cuando hablamos de organización, institución, nos referimos a un organismo colectivo, casi impersonal a pesar de estar conformado por personas. Un grupo a final de cuentas.
Cuando hablamos de persona, individuo, nos referimos al sujeto único, digno, irrepetible, al que podemos identificar puntualmente como José, María o Jesús... o la vaca, o el burro, o el gallo... digo, hasta que nos salga el belén completo, que es otro tipo de organización.
Ahora bien, cuando hablamos de fortalecer a la organización me suena a fortalecer a todos y a nadie, pues con esto de que son espacios dinámicos, mutables, en resumidas cuentas nadie nos garantiza que quien realmente queremos que marque una diferencia sea quien reciba el impacto.
Fortalecer al individuo me parece más directo, más específico. Mientras le sepa la cara o le diferencie la voz, o el modo de escribir, mientras sepa de dónde viene y para dónde se proyecta, puedo entender mejor cómo puedo fortalecerle, o no hacer nada y dedicarme a quien realmente sí lo necesita.
Me parece que fortalecer organizaciones o instituciones es una inversión de poca efectividad, basado en lo que comento arriba. Es agarrar a la masa, y ve tú quién agarra la flor. Aparte, la experiencia me lo sugiere.
Fortalecer a la persona es más eficaz y eficiente, pues, como decía arriba, puedo adaptarme a sus necesidades y talentos, de tal manera que le convierta en un engranaje clave dentro de cualquier grupo humano, como una organización o una institución, independientemente de la que ésta sea.
Me parece que debemos profundizar la discusión sobre el particular, pero sí deberíamos tener en cuenta que en el afán de 'optimizar recursos', apostar al grupo podría salir más caro que si nos concentramos en las particularidades de cada individuo. Salvo mejor parecer.
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