ERP/N.Peñaherrera. Sin ánimo de echar gasolina al fuego, lo de los plagios en los planes de gobierno regional no me extraña.
Si la filosofía copy-and-paste anda muy difundida por todo lado, ¿por qué no pensar que también se aplica a las campañas políticas?
Como dije antes, si varias de ellas no son capaces de crear un 'jingle', peor aún podemos pedirle originalidad en la construcción de sus directrices, objetivos y hasta métodos.
Los candidatos acusados por plagiar han dicho que todo es un error humano y que se trata de infiltrados en los movimientos. La verdad lo primero sí me parece creíble; lo segundo, puro floro. Es más, lo segundo está íntimamente ligado a lo primero.
De que un plagio es un error humano, no hay discusión. Cualquier persona que no sea capaz de hacer sinapsis y obtener algo novedoso , bajo la presión de presentar algo, podría ser capaz de recurrir a la salida más fácil pero también la menos ética y beneficiosa.
Entonces, incurre en el error.
Lo de los infiltrados, si es cierto, se interpreta del mismo modo: si no sabes seleccionar a tu gente de confianza y a tu personal, entonces no mereces manejar una gestión. Sería un error tenerte al frente.
Pero hay dos tipos de errores: los culposos y los dolosos.
Los primeros son aquéllos en los que incurres casi involuntariamente pero por no prestar atención a ciertos elementos del entorno. "Fue sin querer queriendo".
Los dolosos son aquéllos en los que tu alternativa consciente siempre será meter la pata a pesar que sabes que está mal, y aún así lo haces.
El plagio de un programa de gobierno, si se llegó a dar, es un error doloso, lo que significa: incompetencia en el ejercicio profesional, irrespeto por el electorado y deslealtad con la campaña.
Los errores dolosos se pagan con la separación definitiva y sumaria. Y no hay que tu tía.
Cualquier estratega de campaña sabe que mantener en una canasta a las manzanas podridas puede traerse la venta abajo... a menos que la degradación sea general, y ahí sí aplican medidas extremas: no votar por esa opción.
Pero, los plagios no son los únicos errores de esta campaña. Recordemos que en otro movimiento se consignó un proceso irregular para elegir al candidato, sin contar los 'errores' de datos en las hojas de vida.
O sea, en un proceso lleno de errores, será un error votar por el error, porque el resultado a corto y largo plazo será otro... error.
Espero que no haya sido un error mío escribir sobre el error de otros. Si no... ¡asu, qué tal trabalenguas!
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)