ERP/N.Peñaherrera. Se está circulando por redes sociales una convocatoria mundial para el 21 de setiembre, cuando se supone que habrá una reunión urgente pedida por Naciones Unidas para plantear acciones con la finalidad de mitigar el cambio climático.
No está oficialmente confirmada la existencia de tal reunión, pero se está llamando a movilizaciones pacíficas en la calle para que se sienta que la población está actuando al respecto, o en su defecto, acciones significativas.
En Sullana, como hemos informado por acá, estamos impulsando la iniciativa multidisciplinar #ChiraLimpio que busque, en primera, tener un diagnóstico ambiental sobre el río Chira, para luego ver todo el procedimiento de descontaminación.
Por supuesto que si se llegara a recuperar el río sería una gran victoria de nuestra comunidad, y definitivamente un hito en la historia local, regional, nacional, y –por qué no- internacional.
Pero, ¿qué pensarías si te dijera que la descontaminación es apenas una primera victoria?
En las reuniones que estamos desarrollando para coordinar acciones de sensibilización, está saltando un tema que se dice pero del que no se tiene más datos porque casi no se ha investigado, y si ya se hizo, no se ha publicado.
A propósito, no te conformes con averiguar y llegar a conclusiones; hazlas públicas, si no, ¿qué sentido tienen? Sigamos.
Dicen algunas personas que se integraron a la iniciativa que una vez que se descontamine el Chira de todas las aguas servidas, lo siguiente será evitar que la polución de la minería informal se nos venga encima. Y ésa será mucho más letal.
Para ponerlo en perspectiva, y sin ánimo de minimizarlo, la contaminación que tenemos actualmente es mayormente de origen orgánico. Digo, si vas al baño y haces lo que todo el mundo hace, entonces entenderás que no necesito ahondar en más explicaciones.
La contaminación de la minería informal es inorgánica. Sus impactos van a afectar directamente nuestra salud desde simples ronchas e intoxicaciones hasta inmunodepresiones graves, incluyendo el cáncer de todas sus formas.
Manejar contaminación de origen orgánico es relativamente más sencillo que una de origen inorgánico.
Me comentaron que hay un estudio que establece que tal contaminación nos llegaría como tsunami si se desatara un evento El Niño de gran magnitud. Repito: no he visto tal investigación, pero el escenario no es tan descabellado.
Por éllo, creo que es importante integrarse a los esfuerzos ciudadanos de recuperación ambiental ahora, ya, porque si nos entrenamos en la solución de la contaminación presente, habremos desarrollado capacidades para enfrentar la contaminación futura (o de cualquier otro tipo).
Y si no llegara a suceder, no reniegues: ya tienes la capacidad formada, y ese aprendizaje no tiene precio excepto tu tiempo y tu esfuerzo.
Entonces, no te quedes fuera y se parte del cambio.
Quién sabe si es que la unión de nuestra comunidad comienza a disuadir a los mineros informales, y a tomarnos en serio: queremos un ambiente limpio y haremos lo inteligentemente posible para preservarlo.
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)