ERP/N.Peñaherrera. Todavía las cosas en el Canal Vía de Sullana no están resueltas del todo.
Es decir, sigue discurriendo agua de desagüe por algunos tramos, especialmente en los más bajos; o sea, desde el Mercadillo hasta la caída hacia el Chira.
Por informes que me envían por redes sociales, parece que en Sánchez Cerro la cosa podría estar mejorando, pero sigamos alerta.
Y de eso se trata que se recupere la salubridad en Sullana: de que asumamos un papel más activo en la resolución de los problemas comunitarios, como la contaminación.
Perdimos mucho tiempo buscando culpables (y dándole de comer a un reportero sensacionalista de cadena nacional), en vez de unirnos como ciudadanía para estudiar y atraer propuestas técnicas que se impusieran a la burocracia gubernamental a todo nivel.
Pero, como nunca es tarde para hacer las cosas bien, éste es el momento para que dejemos de obviar ese paso y nos juntemos para ver cómo propiciamos el estudio técnico de base que permita recuperar el Chira. Y para ello, primero tenemos que ver qué hacemos con el desagüe de toda el área metro, así como de Marcavelica, Salitral y Querecotillo, la franja bananera.
Sí, también qué hacemos con el desagüe de Lancones y Huaypirá.
La cosa es ver cómo se cortan las fuentes de contaminación del río (sin mandarlas a otra parte), y que son principalmente el producto de todos nuestros usos en casa y en las oficinas, para luego pasar a limpiarlo.
Quienes estuvieron en la charla de Marino Morikawa, recordarán que dijo bien claro que de nada sirve limpiar la corriente si no dejamos de ensuciarla.
Las soluciones no deben nacer de las promesas electorales. De hecho, son las peores ideas que se pueden ocurrir en este momento.
La solución es de corte más académico, científico, técnico. Y eso sí está en manos de la ciudadanía no partidarizada, pues la cosa es de largo, largo aliento, más allá de las gestiones tetranuales.
Lo de la planta de tratamiento es un hecho. Tenemos que hacerla, y ver la posibilidad de que cada localidad tenga la suya propia; pero si comenzamos con la mayor, la de Sullana-Bellavista, hemos ganado un montón de la guerra contra la contaminación.
Porque, no olvidemos, nuestro enemigo es la contaminación... la con-ta-mi-na-ción.
Reflexionemos. Pensemos. Propongamos. Si todo sale bien, este jueves tendremos un espacio para hacerlo. Como siempre, los detalles los sabremos por aquí.
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)